Es sorprendente cómo un evento puede cambiar tu vida por completo.
De la noche a la mañana la vida de Ralianne 'Ralia' dio un giro de 180 grados. Tuvo que dejarlo todo en Nueva York, EE.UU. y empezar una nueva vida en Londres, donde asistiría a un n...
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3 de agosto, 1912
Querido nadie,
Tal vez pueda decir un «querido yo» o tal vez un «querida soledad» porque la realidad es que estas son las palabras que quiero decir, pero que se quedan atrapadas en mi interior atosigándome día a día. Sé que suena dramático y demasiado extremista porque, vamos, soy una adolescente, una a la que han separado de su hogar para meterla en una cárcel llena de serpientes.
En un sentido completamente metafórico, querido nadie. Ni siquiera sé la razón por la que me dirijo hacia otra persona. Supongo que es una buena forma de poder lidiar con la soledad. Aquí, en la mansión Rosier, no soy capaz de hablar con nadie. Wilson se la pasa buscando la forma de cazar a Niff, mi tía me mira como alguien a quien debe entrenar y modificar a su antojo, y el resto de los sirvientes—mayormente elfos domésticos que han sido maltratados por décadas—ni siquiera se atreven a mirarme a los ojos.
Una parte de mí quisiera volver a mí hogar.
No, no una parte de mí. TODO DE MÍ QUIERE VOLVER.
Extraño América ahora más que nunca y no veo la hora de volver, de poder decir que vuelvo al hogar del que me han separado.
Pero sé que eso no va a suceder. Al menos no en algún tiempo cercano y eso me duele.
