Capítulo 6 - VACACIONES

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Las ocho de la mañana y ya podían notar como las sabanas se te enganchan en la piel, es agosto y es uno de los meses más calurosos del año y la última semana de las vacaciones. Brian y sus padres ya tienen pensadas sus vacaciones, aunque no tienen mucho dinero, ya que apenas hace dos semanas que se han mudado a un pueblo que está cerca del Vallés en Barcelona.


— Van a ser las mejores vacaciones de mi vida — Dice Brian.


Los padres de Brian planifican las vacaciones y hablan de un parque de atracciones que está cerca de Tarragona, Port Aventura. Aunque a la madre de Brian le da miedo, las alturas dice que por una vez no pasara nada, así que se arriesga y reservan hotel para mañana mismo.


Brian ya estaba nervioso porque quería que fuera mañana, pero mientras llega el día siguiente, se dedica a ir a la piscina de su pueblo. Aunque fuera pública dice que es superguay, ya que no hay mucha gente al ser un pueblo y que tiene toda la piscina para él. La piscina estaba cerca de la casa donde vivía Brian. Como es de esperar, ese día llega reventado a casa porque se había pasado toda la tarde ahí metido. Casi no había ni comido y se había vuelto a meter.


Por suerte ese día se durmió al segundo de colocar su cabeza en la almohada. Tras una larga noche de sueños pasajeros, por fin llega el día del viaje. Brian y sus padres se levantan súper temprano para llegar al parque pronto. Desayunan unas tostadas y un zumo de melocotón. Tras finalizar el desayuno emprenden una nueva aventura hacia el parque. Desde dónde vivían hasta el parque era una hora de trayecto en coche, así que como a Brian le encantan los viajes largos, conecta la radio y se acomoda en el asiento para así descansar un poco mejor y llegar al parque con las pilas cargadas.


Mientras Brian se sumerge en uno de sus sueños profundos, tras la ventana podía verse unos prados gigantes, aun así, no había muchos coches en la carretera, así que sería un viaje largo ¡pero sin tráfico!


Tras pasar una larga hora en el coche, por fin pueden ver la atracción más alta del parque, Shambala.


El padre de Brian le despierta y dice,—Brian, ¡Mira! —Brian abre uno de los ojos, y cuando ve la primera atracción a lo lejos se pone ¡superfeliz! Antes no había tráfico en la carretera, pero para entrar al parque hay bastante. Están en la entrada del parque con el coche. Hace calor y no tienen el aire acondicionado. Apenas eran las diez de la mañana y hacía una temperatura de 31 °C. La espera se hace larga, pero parece que los coches empiezan a moverse. Llega a la barrera y extiende el brazo para apretar el botón que hará levantar la barrera. Tras una larga espera, por fin entran al parque. Pero encuentran un nuevo desafío, encontrar aparcamiento...


Empiezan a dar vueltas para así encontrar un sitio donde poder aparcar, aún que pasan unos diez minutos desde que empezaron, por fin encontraron un sitio. El sitio que habían logrado estaba en la otra punta de la entrada al parque, así que les tocaba caminar unos minutos.


Bajan del coche y recogen todas las mochilas que tenían cargadas en él y emprenden rumbo a estas vacaciones en familia. Mientras Brian y sus padres se disponían a ir hacia la entrada del parque, veían que era totalmente diferente a como se lo imaginaban, era gigantesco, era totalmente increíble. Las atracciones tenían unas alturas impresionantes y se escuchaba a la gente gritar. Cuando llegan a la entrada ven que hay unas colas increíblemente largas, pero Brian se da cuenta de que en realidad ya tenía las entradas, así que, por lo tanto, tenían que ir al hotel directamente.


Tras dar vueltas y vueltas por fin encuentran la entrada del hotel. Dicho hotel era increíblemente amplio, tenía un lobby increíble con una lámpara parecida a la del mítico barco Titanic y sofás rodeando una fuente en el medio.


Llegan a recepción y el recepcionista les pregunta—Muy buenas, bienvenidos, ¿Nombres? —


El padre de Brian le da toda su información. El recepcionista les otorga la llave de la habitación. Dicha habitación obtenía el número 007.


Cuando llegan a la habitación vuelven a alucinar con lo grande que era. Una cama gigantesca que cabían cuatro personas, un lavabo superamplio con ¡jacuzzi incluido! Eso sin hablar de las vistas, ya que eran completamente impresionantes, en ellas se podía apreciar gran parte del parque y parte del jardín que disponía dicho hotel. Juntos se disponen a deshacer las maletas para poder ir al parque más rápido. Deshacen las maletas, guardan la ropa y tras tenerlo todo ordenado se disponen a bajar hacia el parque. Brian abre la puerta de la habitación y sale corriendo hacia el ascensor, estaba supercontento y muy nervioso.


Bajan al lobby y a mano derecha del ascensor una puerta que dice "Salida". Brian abre la puerta y sale corriendo, se había teletransportado a otra época. Resulta que el hotel estaba al lado del oeste, es decir, fue cruzar esa puerta y entrar a otra época.


Brian y sus padres dan una vuelta por todo el parque y están un buen rato dando vueltas, haciendo colas, pero por fin llega la hora de ir a comer. A la madre de Brian le encanta la comida italiana, así que sin pensárselo se dirigieron hacia un lado del parque que simulaba nada más y nada menos que Italia. Era alucinante, un restaurante gigantesco y había de todo, hasta un escenario con tres bellas mujeres bailando en él.


Ese día ha sido muy divertido a la par que agotador, estaban cansados de tanto caminar y de tanto hacer colas y habían probado casi todas las atracciones ya. Ese día se fueron muy contentos a la cama, se durmieron enseguida. Al día siguiente se levantaron algo tarde, eran las diez de la mañana y nada más levantarse deciden ir a desayunar. ¡Hoy era el último día de su estancia en Port Aventura, así que tenían que disfrutarlo a tope!


Hoy lo querían disfrutar, pero bien así que antes de subirse a las atracciones, optaron por mirar los espectáculos, que hay unos cuantos. No podían expresar con palabras lo que disfrutaban viendo los espectáculos. Había de todo y a cuál mejor... Aunque la estancia había sido corta, va llegando la hora de ir saliendo rumbo a Barcelona para regresar al hogar. Antes de irse, Brian les pide a sus padres si pueden ir a ver los fuegos artificiales que hacen de aquí unos minutos en el lago principal. Los padres aceptaron la propuesta y fueron a verlos. Como ya decía antes, no pudieron expresarlo con palabras. Ni los fuegos artificiales ni su estancia en Port Aventura.

GOLPEADO PERO NO DERROTADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora