—¡Buenos días dormilona! ¿Lista para divertirte con este supermán?- me despertó gritando y casi me caigo de la cama con el susto.
—Buenos días... Aunque serían mejores si no me despertaras tan, no sé, ASÍ –imité su tono de voz al decir la última palabra.
—pero mira que gruñona –lo miré de mala manera.
—ai papá, creo que eso lo saqué de ti. Te recuerdo que soy tu hija –puso una mueca tan graciosa cuando le dije eso que me costó aguantarme la carcajada.
—Bueno, lo que tú digas, ahora dúchate y no tardes mucho. –me dio un beso en la frente como acostumbraba hacer antes de irse y yo me apresuré en ducharme.
Me vestí con una blusa blanca, unos jeans del mismo color y mis converse a juego también. Me puse los pendientes que eran de mi madre y me eché un poco de perfume chanel. Salí disparada de mi cuarto. Estaba muy emocionada, no quería perder ni un segundo de este día.
En cuanto llegué al living mi padre se sorprendió.
—sí que te has tomado enserio lo de no tardar mucho –me miró con lo ojos tan abiertos que parecía una rana, aunque no me extraña en absoluto porque yo me demoro como hora y media arreglándome.
—¡pues claro! Quiero llegar cuanto antes a la sala de juegos y ganar muchos tikets con los que me consiga peluches. –mientras, daba saltitos —Venga... ¿ A que estás esperando?¿nos vamos ya? –agregué.
Mi padre al verme así se puso muy feliz, lo noté por la gran sonrisa perfecta que tenía en la cara.
Lo jalé de la mano arrastrándolo tras de mí para salir de la casa. Al parecer no pensaba moverse. Chasqueé mis dedos para que reaccione diciéndole "realidad" y por fin volvió a ser él. No entendí muy bien lo que pasó.Caminamos en dirección al centro comercial y le pregunté el por qué de lo de antes. Entonces dijo que yo cada vez me parezco más a mamá, cuanto más crezco más la defino. Eso me hizo sentir increíblemente bien.
Una vez dentro del mall fuimos directo a la sala de juegos y para empezar elegimos el tazo de la pista aérea. Y como no, le gané todas las partidas con gran diferencia de puntuación, excepto una en la que perdí, pero papá hizo trampa diciendo que hay una araña en mi hombro. Ya se imaginan a una chica de un metro y sesenta cm morena de pelo ligeramente ondulado con gafas azul marino gritando como loca y toda la sala mirándola. Mi padre aprovechó para lanzar unos cuantos tazos y alzar el marcador a su favor. Estaba desesperada y él no hacia más que reír como foca retrasada. Puso su mano sobre mi hombro y me dijo que no había ninguna araña, que solo quiso ganar una partida.
—Eres un tramposo –gruñí.
—Deberías haber visto la cara de mensa que pusiste –se burló y lo fulminé con mis preciosos ojos negros como la noche.
—déjate de tonterías que no pienso amargarme tan joven por tu culpa ¿sí? Anda, mejor ayudarme a conseguir el unicornio arco iris de la maquina. –señalé con la mirada esa cabina.
¡Lo consiguió a la primera! Se la da bien manejar ese brazo mecánico que atrapa cosas, en cambio yo ni al decimoquinto intento lo hubiese logrado.
Tenía ganas de comer helado así que le dije a mi papá y decidimos que ya era hora de ir al parque a pasear y comprar helados. Pidió uno de vainilla para mí y otro de merengue para él.
Cuando paseabamos por el parque, dos niños que estaban corriendo chocaron conmigo, probablemente jugaban a pillarse o no sé. Vi que detrás de ellos llegaba una chica de estatura mediana y un largo pelo negro azabache súper hermoso. Sus ojos eran de un color azul muy intenso y deslumbrante. Realmente increíble.
—siento lo del incidente. Mis hermanos no tienen freno. Por cierto, mi nombre es Isabel, encantada. –se disculpó y se presentó de manera muy amable. Me agrada.
—No es nada, tranquila. Yo me llamo María y llegué a Chile ayer. –le informé.
—Si quieres, yo puedo ser tu amiga. Comprendo como debes de sentirte. –se ofreció.
—Me encanta la idea. –sonreímos.
Estuvimos platicando un rato en el parque para ir conociéndonos la una a la otra y resulta que es mi vecina. A esto le llamo yo una sorpresa de buen gusto.
Cuando volvimos a casa los dos hiperactivos Éliot y Sebastián me abrazaron. Isabel especificó el significado de que sus hermanos me abracen. Dijo que no lo hacen muy a menudo, que realmente les caigo bien. Me sonrojé y me agaché para darles un besito a cada uno y revolverles el pelo. Isabel y yo nos dimos un abrazo mutuo y quedamos en que mañana vendrá a mi casa a las 10 a.m.
Papá abrió la puerta de la casa y entramos en ella. Me felicitó por haber hecho una amiga tan rápido. Fue algo inesperado. Me dio un beso en la frente y subí las escaleras para llegar al piso de arriba y cambiarme de ropa en mi habitación. Me puse el pijama, este era negro con lunares blancos, dejé al unicornio de peluche en la estantería con los otros y me tapé con mi mantita de Bob esponja. La tengo desde los tres años y me gusta mucho esa cosa que absorbe agua y siempre está feliz.
Prendí mi celular y mandé un whatsApp a Maïssa diciendo como he estado desde que llegué y preguntando por como le había ido a ella. Luego hice lo mismo con Marcos que estuvo esperando noticias y bueno digamos que ahora somos como hermanos. Algo sobreprotector diría yo, pero me gusta que se preocupe por mí. Me hace sentirme importante.
Revisé mi instagram y el facebook. Me apareció en la pantalla "batería baja, conecte el cargador" un 15% y como ya tenía sueños pues lo deje en la mesita de noche que tenía al lado de mi cama junto con la lámpara y el cargador conectado. No después de mucho me quedé dormida.
ESTÁS LEYENDO
28 de Diciembre (pausada Temporalmente)
RomanceUna adolescente cuya madre no llegó a conocer... Hija única, se muda a Chile y de ahí su nueva vida... ¿Cómo reacciona? ¿Cuánto tarda en adaptarse?