El golpe me dejó sin respiración. Tenía comida por todo el cuerpo.
- ¡Dios mío! ¡Lo siento! - oí que decía una voz de chico, bonita y profuda. Algo en ella me resultaba familiar, pero no era capaz de mirarle. Seguía en estado de shock, observando mi vestido destrozado.
- ¿Estás bien? - era una voz diferente. No era tan intensa, pero sonaba amistosa.
Miré hacia arriba y levanté la mano para que me ayudaran a ponerme de pie. Un chico alto que estaba a la derecha me levantó del suelo sin hacer apenas esfuerzo. No podía apartar la mirada desus ojos verde esmeralda. Era ese tipo de ojos en los que te puedes sumergir. Tenía una piel oscura, impecable, y el pelo negro, corto y desenfadado. Entonces rompió el hechizo.
- Qué pinta más horrible.
- Qué amable. En realidad es culpa tuya, por cierto.
El otro chico se rio y me volví a mirarle por primera vez con el ceño fruncido. ¿Quiénes se creían esos dos que eran? Este era más bajo, pero igual de atractivo a su manera. Tenía el pelo rizado, rubio oscuro y una cara amistosa con una sonrisa de oreja a oreja.
Te has lucido, Shaq. Tú sí que sabes qué decir después de cubrir a alguien de comida.
¿Shac? Bonito noble. Pero él era un capullo, obviamente. ¿Quin le echaba comida por encimaa una chica y después la insultaba?
- No..., no me refería a que tu pinta fuera horrible... queria decir que..., bueno, da igual.
Me quedé mirando al tal Shaq. ¿Eso era su intento de disculparse? Él también me miro y sentí un escalofrío. Tenía la sensación de que lo conocía de algo. Pero simplemente volvió hacia la mesa en la que estában sentados los demás chicos. Debían ser el grupo ruidoso que Tegan y yo habíamos oido antes.
- Me llamo Riley - dijo el otro chico, sonriendo -. Ven a nuestra mesa, tenemos servilletas, puedo ayudarte a que te limpies.
- No, de verdad, está bien... - empecé a decir. Pero me detuve cuando un gran goterón de salsa se deslizó desde la parte de abajo de mi vestido y cayó sobre una de mis preciosas botas -. De acuerdo. Te lo agradecería bastante.
Riley asintió con la cabeza, galantemente, y me condujo hasta la mesa de los chicos llevándome del brazo.
- Es lo menos que podemos hacer.
Intercepté la mirada de Shaq segúun me acercaba, pero me obligué a desviar los ojos. Allí se sentaban otros tres chicos, todos muy atractivos. Un chico alto de pelo castaño, sentado al fondo de la mesa, levantó una ceja cuando vio acercarse a Riley.
- Así que era eso... Me preguntaba por qué Shaq y tú tardabais tanto - me echó un vistazo -. Ya comprendo el motivo.
Un chico pelirrojo con pinta de ser el típico gracioso, sentado en medio, soltó una risilla. Me alegré de que lo encontrara divertido.
Shaq parecía avergonzado.
- Ha sido culpa mía. No estaba mirando por donde iba.
Otro chico, con el pelo color arena y cara simpática, sonrió de oreja a oreja.
- Qué torpe.
- Llámalo como quieras. Logan - replicó Shaq, secamente. Miró mi vestido y me di cuenta de qie estaba ruborizado - Riley, ¿me pasas las servilletas?
A Riley, que estaba riéndose con los demás chicos, le pillo por sorpresa.
- ¿Qué?
Shaq suspiro. Se incorporó para coger un montón de servilletas limpias que había en la mesa. Cuando me las pasó, nuestros dedos se rozaron y sentí que sus ojos color verde esmeralda me miraban con sorpresa.
- A ver, dejad que os ayude - dijo Riley cogiendo las servilletas y empezando a limpiar parte de la comida. Se detuvo al ver mi cara horrorizada. ¿De verdad ese chico tenía pensado pasarme las servilletas por el cuerpo? -. Oh, claro - sonrió, sonrojándose -. Mejor que lo hagas tú. Y, perdona, ni siquiera te hemos preguntado tu nombre.
- Soy Jess - deje yo, sonriendo también.
Él sonrió aún más, aliviado por que yo no estuviera apunto de darle un tortazo.
- Buueno, Jess, pues yo soy Riley. Y estos son Shaq, Tyler, Callum y Logan - fue señalando, por turno, a cada uno de los chicos.
- Hola - los saludé con la mano, tímidamente. Me quedé allí de pie, sin saber si irme con las servilletas o no. Ojalá Tegan volviera pronto.
Shaq pareció darse cuenta.
- Puedes quedarte con nosotros si quieres. ¿Estás sola?
- No, no. Estoy esperando a que vuelva una amiga - expliqué haciendo un gesto hacia la puerta.
- ¡Quédate! - declaró Riley tirando de mí para que me sentara.
Dudé un momento, pero entonces decidí que, ya que su mesa estaba al abrigo de las miradas del resto del restaurante, al menos la gente no podría quedarse mirando mi vestido lleno de comida.
- De acuerdo.
El chico pelirrojo del medio, a quién Riley había presentado como Callum, miró a Shaq y a Riley, esperanzado.
- Así que al final sí que me habéis traído la comida - dijo. Parecía hambriento, a pesar de tener delante un plato ya vacío.
Me eché a reír.
- Creo que queda un poco en mi vestido, si quieres más.
Todos se rieron excepto Callum, que parecía vagamente interesado en esa posibilidad. Shaq se acercó a mí, tanto que suboca estaba a solo unos cuantos centímetros de mi oreja.
- Si fuera tú, me andaría con cuidado. Se lo come todo, podría aceptar tu oferta.
Al notar su cálido aliento en mi cuello, sentí escalofrios por toda la columna. Me giré y vi un destello en su mirada, a pesar de lo serio que había estado antes.
De repente, la música llenó el restaurante y rompió el momento. Los chicos se miraron unos a otros y sonrieron, sin que yo comprendiera bien por qué. Me iaginé que todavía tendría algun trozo de pollo asomando en el cuello del vestido o algo así. Intenté limpiarme lo mejor posible.
- ¿No te gusta esta canción, Jess? - dijo Riley acercándose a mí. Shaq levantó una ceja pero no dijo nada.
- Humm..., está bien - dije, distraída por la proximidad de Riley. Olía muy bien. Aunque, en realidad, en aquel momento cualquiera olía mejor que yo. Lo que estaba sonando era la misma canción de The Only Truth que Tegan y yo habíamos oído en el coche. En aquellos días, sonaba en todas partes.
Logan, el chico del cabello color arena, se dejó caer en el respaldo de su silla con una sonrisa maligna.
- Esos tios tienen un montón de talento.
Tyler, al otro lado de la mesa, se rio.
- Es verdad. Y además son muuuy guapos.
- No tengo ni idea - dije -. No sé qué aspecto tienen.
De repente, la mesa entera se echó a reír salvajemente. ¿Que demonios le pasaba a aquellos chicos? Miré el reloj... Ojalá Tegan volviera ya.
- Eso lo explica todo- dijo Shaq con amabilidad.
¿A qué se refería? A estas alturas ya me sentía realmente confusa.
La puerta del restaurante se abrió y suspiré de alivio pensando que era Tegan, pero no. Entraron cuatro chicas adolescentes, más jóvenes que nosotros, y se quedaron mirando a nuestra mesa desde el otro lado de la sala, mientras que los chicos seguían con sus estruendosas carcajadas. Vi que los ojos de una de las chicas de iluminaban de emoción y, rápidamente, se puso a susurrar cosas a las demas. Se acercaron corriendo y una de ellas les gritó a los chicos en la cara:
- ¡No me lo puedo creer! ¡Sois The Only Truth!
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Secretos en el Backstage (One Direction y tu)
Teen FictionCuando _____ conoce a One Direction, la boyband más famosa y sexy del momento, no parece demasiado impresionada. Ha oído hablar de ellos, pero _____ está demasiado ocupada tratando de superar una reciente ruptura como para dejarse llevar por la hist...