Alice Brown una chica de 20 años con un secreto escondido que nadie sabe, un secreto que acabaría con su reputación. Ella es bailanira exótica o mejor conocida una stripper, pero nadie lo sabe ya que en la universidad debe mantener un perfil fundame...
-dejaré un trabajo en parejas- dijo el profesor y algunos estudiantes hicieron abucheo. -pueden escoger sus parejas- dijo el profesor y todos se empezaron a reunir con sus parejas, mientras Alice solo prestaba atención en la ventana. -oye tienes pareja- preguntó la pelirroja ganándose la atención de la castaña que negó, la verdad es que ella no le gustaba mucho hacer trabajos en pareja. -¿quieres ser mi pareja?- preguntó la parlanchina mirándola y bueno no le quedó otra que asentir. -eres una chica de pocas palabras o es que yo hablo mucho- dijo divertida la pelirroja causándole risa a la castaña. -por lo menos te saqué una sonrisa- dijo sonriendo Tania ya esa chica le estaba agradando y bueno una amiga no le haría mal, tampoco es que le hiba a confesar la verdad. -¿te parece está tarde?- preguntó la pelirroja y ella asintió. -¿bien en tu casa o en la mía?- preguntó la chica parlanchina. -en la tuya- contestó la castaña y la chica asintió y escribió algo en un papel. -es la dirección- dijo entregándole el papel. -bien- dijo doblando el papel.
Salió de clases junto con Tania que hiba caminando a su lado. -¿de dónde eres?- preguntó Alice sacando conversación. -soy de Londres, pero por asuntos de trabajo de mi padre estoy aquí- dijo encogiéndose de hombros la pelirroja. -y¿tú? ¿Siempre has sido de aquí?- preguntó la pelirroja y ella asintió nunca había salido ni si quiera de los Ángeles.
Caminaron hablando de cosas parciales, la verdad la chica le estaba cayendo bien. -¿Qué hora es?- preguntó la castaña. -son las 13:17- contestó Tania y ella abrió los ojos como platos. -diantres tengo que irme- dijo saliendo soplada para la biblioteca. -llegas tarde- dijo fastidiado el castaño. -tuve un percance- dijo restándole importancia. -empezamos- dijo sacando el libro de biología. -no, ya no- dijo Dante furioso. -¿disculpa?- preguntó confundida la castaña. -llegaste tarde así no trabajo- dijo levantándose el chico y ella lo miró mal. -bueno el que está perdiendo los puntos es otro- dijo fastidiada por la actitud del chico. -mira becada a mi no me levante las voz o haré que pierdas tu beca- dijo él y ella se tensó. -así que mucho cuidado como me hablas- dijo amenazadora mente y salió de la biblioteca dejándola furiosa ¿quién se creía ese chico para tratarla de esa manera? Pero claro si era Dante Watson el chico más popular de la Universidad que se creía la última coca cola del desierto. La chica bufo recogiendo su libro y hostinada salió de la biblioteca.
Iba que la llevaba los mil diablos por culpa de ese cavernícola insoportable, aún no podía creer que las chicas babearan por ese estúpido con complejo de ser el único. No hiba a negar que el desagraciado era todo un Dios griego, pero su actitud era nefasta. Por ir tan concentrada en sus pensamientos no miró que chocó contra alguien y para terminarla de hacer tenía que ser contra él. -quitate de mi camino becada que me das asco- dijo empujadola y eso la enfadó aún más por culpa de ese caprichoso, narcisista y estúpido.
Caminó dos cuadras hasta llegar a un barrio lujoso, leyó el papel para ver si no se había equivocado, pero no era justo ahí. Miró la mansión enorme y tocó el timbre. Una mujer mayor abrió y sonrió. -la señorita O'Connor la está esperando- dijo la señora dejándola pasar, nunca había visto una casa tan hermosa y enorme.
Luego de pasar casi toda la tarde en casa de su nueva amiga haciendo el trabajo de psicología. -bueno creo que ya se me está haciendo un poco tarde- dijo recogiendo sus libros. -¿no te quedarás a cenar?- preguntó Tania y ella negó -no como creés me tengo que ir- dijo y salió del despacho encontrándose con una chica pelirroja. -¿tú quien eres?- preguntó con disgusto la chiquilla. -es mi amiga, no le hagas caso a Megan es insoportable- dijo Tania y ella sonrió.
Agarró el último bus que salía para su casa y cuando bajó miró la hora así que no podía entrar o sino llegaría tarde.
Caminó hacia el burdel y entró por atrás como siempre encaminándose hacia su camerino se topo con Hailee esa chica no la quería. -oh pero mira como que huele a sarna- dijo la peliazul y ella la miró mal. -ok no a mi me huele a celos- dijo la pelinegra acercándose a la peliazul. -oh pero si la perrita faldera llegó- dijo Hailee y Susan la miró mal. -ya basta- dijo la castaña. -Hailee por que no te buscas algo mejor que hacer, en vez de decir estupideces y por favor Susan no le hagas caso a está envidiosa- dijo y luego siguió el caminó hacia el camerino dejando a la peliazul enojada y la pelinegra la miraba divertida.
