Alice Brown una chica de 20 años con un secreto escondido que nadie sabe, un secreto que acabaría con su reputación. Ella es bailanira exótica o mejor conocida una stripper, pero nadie lo sabe ya que en la universidad debe mantener un perfil fundame...
Ella bajó del autobús justo frente a la Universidad era una ventaja que el transporte público llegará hasta ahí.
Entró recibiendo algunas miradas curiosas, pero eso no la intimidaba ya que estaba acostumbrada. Relajó sus músculos cuando entró a su primera clase. Se sentó en el medio del salón ya que no iba a negar que ella era una de las mejores estudiantes de la Universidad de los Ángeles, pero no se consideraba una nerd.
La profesora Roohford entró y todos los estudiantes dejaron de hablar, por que esa señora era de carácter fuerte.
Todos prestaban lo que la profesora explicaba hasta que unos golpes en la puerta sonaron. La señora Roohford regañadientes abrió la puerta y frunzo el ceño. -¿Joven Watson qué hace aquí?- preguntó la profesora mirando al chico moreno, cabello castaño, ojos cafés, cuerpo de infarto y con un poco de barba que lo hacia verse todo un adonis. -me han cambiado de clase- dijo encogiéndose de hombros el chico y la mujer lo dejó pasar además que era el hijo del director de la Universidad.
Alice lo había visto antes y sabía la clase de chico que era: adonis, guapo, sexy, arrogante, mujeriego, presumido, caprichoso y un idiota total. Ella nunca se había acercado a él, primero por que ella nos es la clase de chica que lo rodean a él, segundo por que siempre a odiado a los niños de papi como él y tercero por que no le gustaría involucrarse con nadie de la Universidad y que su secreto se llegará a descubrir, eso la mancharía y además podía ser expulsada de la institución.
La clase pasó volante y el timbre sonó en cuestión de minutos ya Alice se encontraba afuera caminando hacia su casillero. Guardó sus cosas y sacó lo necesario para su próxima clase, se encaminó hacia la cafetería ya que en la mañana tuvo que salir rápido para el bus no la dejará así que no probó ningún alimento y ya su cuerpo pedía.
Se sentó en una mesa vacía y empezó a comer su emparedado, ella no tenía amigos y no por que no fuera sociable sino que la mayoría ahí eran niños pijos y no quería involucrase con esa clase de gente y no era homofóbica por los ricos sino que debía mantener su perfil bajo para que no llegarán a sospechar lo que ella hacía por las noches. Terminó su emparedado y se encaminó a su próxima clase y así siguió el resto del día.
Llegó a su casa después de un ajetreado día y su madre estaba en el sofá acostada y una botella de Whisky a sus pies. Una lágrima rodó por la mejilla de la castaña y recogió la botella vacía. -hasta cuando mamá- dijo mirando a la mujer dormida y totalmente alcoholizada estaba en el sillón.
Ella preparó la cena y su hermano sonrió de medio lado. -¿Qué pasa Tyler? ¿Por qué esa cara?- preguntó y él chico hizo una mueca de disgusto. -es que ya casi tienes que irte a ese lugar y sabes que detesto que tengas que ir ahí- dijo el muchacho y su hermana suspiró fuertemente. -ya hablamos de eso Tyler- dijo Alice y su hermano rodó los ojos.
Se despidió de Clara y Maya sus hermanas y después salió de la casa sin antes dejar a cargo a Tyler.
Caminó hasta el burdel y por la puerta de atrás entró sin ser vista.
En su camerino ya lista se maquilló. -Sales en escena en 5 minutos- dijo Josh el encargado de anunciarla y su mejor amigo. -ok- contestó, se miró en el espejo y una sonrisa falsa se apoderó de su rostro. -algún día acabará- susurró para si misma y salió de su camerino, caminó hasta las dos cortinas y colocó su máscara ya que ningún cliente conocía su rostro además ella nunca se prostituía, ella solo bailaba. -y con ustedes, la glamurosa, la belleza más codiciada de éste lugar "A"- dijo Josh, ella salió moviéndose sensualmente al compás de la música y los gritos y aplausos de los borrachos se escuchaban. Cuando terminó su espectáculo se encontró con unos ojos cafés que la miraban con lujuria y deseo.
Salió y se fue a su camerino, se miró en el espejo y esperaba que ese chico no la reconociera aunque bueno eso era casi imposible ya que él nunca se había acercado a ella, pero lo que nunca se imaginó fue ver a alguien de la Universidad en un lugar como lo era ese burdel y mucho menos al hijo del director.
