Ella le miró sin titubear, tomó a la criatura en sus manos y se aferró a ella. El hombre que la acompañaba le intentaba proteger de aquel sujeto que intentaba llevarse a su esposa y a su pequeño. La oscuridad cada vez se hacía más fuerte, la esperanza parecía desaparecer y Marcus ya no encontraba que hacer para detener su avance, su cuerpo no soportaría más golpes, no aguantaría estar en pie otra embestida de aquel personaje odiado.
-Ríndete Marcus, no podrás protegerla por más tiempo
Marcus escupió su sangre en el piso y soltó un alarido de dolor, Rash le había impactado un golpe justo en el centro del pecho y al lado tenía la herida de la puñalada de hace menos de 10 minutos. Cayó al suelo casi desmayado, Rash paso por encima de él, su cuerpo ya no reaccionaba, hasta que perdió el conocimiento por completo, lo último que vio fueron las botas negras de su agresor.
En la habitación se encontraba Aziel, con su pequeño en brazos, tratando de mantener la calma, sin saber que su esposo había sido derrotado. Un golpe fuerte sonó en la puerta y no evito exaltarse un poco, tomo el puñal y dejo a su hijo dentro de la cuna. Otra patada fue dada a la puerta derribándola de una vez.
-Aziel, querida, te dejaría vivir, pero no puedo correr el riesgo de que nuestro secreto sea revelado... Ahora dime, ¿Dónde escondiste el diario de Mammón?
La mujer le miró y apretó más fuerte la daga en su mano, surgieron unas alas inmensas de su espalda, unas alas que iluminaron la habitación, al punto de dañar la vista de Rash. Al ver esa mínima ventaja, se abalanzó sobre su enemigo clavando la daga en su brazo derecho, si no se hubiese movido unos centímetros, le hubiera asestado un buen golpe en el pecho. Rash se aprovechó de la cercanía de ella y le tomó de una de sus alas, a pesar de que esta le quemaba, no le importó. La tomó por el cuello y le pego directo contra el suelo.
-Jamás tendrás el libro, me llevaré su ubicación a la tumba.
-Entonces que así sea, hermosa.
Rash clavo su espada en el corazón puro de aquella mujer angelical y no le quitó los ojos de encima, dejándolo fijos en los de ella, viendo como su alma se escapa del cuerpo. Luego de haber visto el último aliento de Aziel, se acercó a la cuna y miró al niño inocente de todo, alzó su espada para asesinarlo, después de todo no tenía que guardarle compasión, ni siquiera sabía que era ese sentimiento. Una sensación rara se apoderó de su cuerpo, le sintió sangrar, Marcus le estaba atravesando el abdomen con la misma daga que su esposa lo había herido. Rash le miró fijamente, antes de proporcionarle un golpe de tal magnitud que salió desprendido hasta chocar con la pared, entonces aquel asesino desapareció en las sombras.
Marcus corrió como pudo a sostener a su esposa en los brazos, la desesperación se apoderó de él, los gritos inundaron la habitación y con ello la pérdida de su amada. De repente una voz le sorprendió.
-Amor mío, hemos cumplido nuestro prometido, Viktor está bien y ahora que no estaré contigo, queda bajo tu protección, siempre te amaré.
Marcus vio la figura de Aziel parada frente a él, estiro la mano para tocarla, pero apenas pudo sentir el frio de su presencia. Aziel desapareció luego de sus palabras sin dar tiempo a que él pudiese mencionar media palabra. El hombre se levantó y tomó a su hijo en los brazos, le miró con los ojos desbordados en lágrimas.
-Te protegeré, daré mi vida por ti, como lo hizo tu madre.
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Secretos
Science FictionLos secretos se irán apoderando de una chica y su hermano menor, mientras luchan por salvar sus vida. En un constante descubrimiento de cual es su deber en este mundo, descubrirán la magia, el encanto y la maldad que se esconde en las sombras de la...