Capítulo 12.

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Suspiros.

Casa de Tae después de la cena.

Pov Jungkook.

Terminamos de cenar entre risas y chistes por parte de la familia de Tae. Eran muy cariñosos, lo más sorprendente es que ellos bien sabían de la orientación de su hijo y eso no les preocupaba.


Suspire y me senté en el borde de su cama mirando fijo a Taehyung quien estaba cerrando la puerta, me sorprendió ver que también le había colocado seguro.

-¿T-Tae..?- susurre mirando el piso con las mejillas sonrojadas.

-Kookie..- se acercó a mí y el aire se cortó por completo cuando su rostro quedó sólo a centímetros del mío. No pude reaccionar hasta que sentí su cálida respiración chocando en mi cuello y un delicado beso sobre este. -No sabes cuanto te necesito..- susurro en mi oído seguido de morder mi lóbulo.

-T-Tae espera yo..- otro beso en mi clavícula me hizo callar soltando un muy pronunciado suspiro, sus labios suaves chocando con mi piel eran algo similar a tocar el cielo.

-Sólo dejate llevar, no haré nada que no quieras.- asenti dudoso, pero mi mente estaba perdida en las sensaciones que el provocaba en mi cuerpo. Y no podía evitar perderme en ellas.

Lentamente mi espalda chocó contra el colchón sintiendo las frías sabanas rozar la piel de mis brazos, sus besos no paraban, recorriendo desde mi mandíbula hasta mi pecho. Iba a volverme loco.

Sus frías y grandes manos se metieron por debajo de mi remera causandome escalofríos, haciendo que suelte un suave y casi inaudible jadeo.

-Me encantas..- escuche la ronca voz de Tae sonando muy cerca de mi abdomen por sobre la ropa y sus manos se aferraron a mi camiseta tirando de ella para dejarme al descubierto. Respire profundo y lleve mis manos a sus cabellos.

-Tengo miedo..- susurre apretando un poco mi agarre provocando una mueca en el rostro contrario y él se aproximó a mi rostro acariciando mi cintura.

-No deberías.. te haré sentir bien, sólo respira.- beso mis labios como si estos fueran lo más frágil en la tierra y con un mal movimiento podrias romperlos.
Seguí su suave beso un poco más desesperado, subiendo el nivel del mismo, haciendo que de a poco nuestras bocas comiencen a comerse con ansiedad provocando que nuestras lenguas choquen, creando un chasquido que resonaba en toda la habitación.

De un momento a otro sus manos ya se encontraban sobre mi cuerpo, tocando a su gusto, pasando la yema de sus dedos por mi cintura y cadera, subiendo hasta tocar mis pezones, provocando jadeos más pronunciados cada vez que tocaba allí.
Era tan sensible, sus manos me volvían malditamente sensible.

-Te haré mío Kookie..~ sonreí y me subí sobre él.

-Siempre he sido tuyo- bese sus labios tiernamente dispuesto a todo lo que él quisiera hacerme.
Estaba tan dispuesto a sentirme suyo, y no podía negar que me encantaba.

~♡~


2 meses después.

Jungkook se encontraba muy tranquilo mientras componía una melodía, no se esperaba que cierto chico estuviera mirandolo a lo lejos.

Ya había pasado un tiempo, ellos eran notablemente más que amigos. Pero el mayor no perdía esa costumbre de vigilarlo a lo lejos, después de todo las expresiones de Kook mientras hacía lo que más amaba eran únicas.

Sus rasgos relajados, su mirada tan llena de vida, sus suspiros y su labios formando una tierna mueca cuando algo no le gustaba. Taehyung sólo podía sentirse afortunado de tener a alguien tan lindo y único a su lado.

Jungkook se levantó de aquel parque guardando todas sus cosas, a lo que Tae no perdió la oportunidad de seguirlo.

Él castañito se puso sus auriculares y bostezo, eran aproximadamente las 8:45 am. ¿Qué hacía a esa hora caminando por la ciudad?

Mordió su labio y miró hacía los dos lados.
Vio a Jungkook ingresar en una gran casa que parecía un estudió de baile. Respiro profundo mientras se decidía si entrar o no.

Luego de haber tenido una lucha interna decidió entrar.
Era un lugar amplió, sus paredes de un suave color rosa y pisos blancos perfectamente limpiados.

Suspiró viendo como el castaño se acercaba a un hombre que se encontraba sentado frente a un gran piano negro, se escondió detrás de un pilar donde esperaba escuchar con atención la conversación.

-Jungkookie.. No creí que vendrías aquí.- dijo aquel hombre, su voz era fuerte y ronca, bastante imponente cosa que hizo preocupar un poco a Taehyung.

-Bueno, paso mucho desde la última vez que estuve aquí. Ya extrañaba este lugar.- Sonrió y llevo sus manitos al piano, tocandolo con una mirada llena de nostalgia, Tae se asomó un poco por el repentino silencio y su pecho se contrajo al notar que Jungkook. Su Jungkookie estaba llorando, tal como un niño pequeño, Sin despegar su mirada de aquel piano.

-Vamos Kookie, no llores bebé.- el hombre se llevando atrayendo a sus brazos al menor. -No es lo que tú padre hubiera querido.- en su voz se notaban las ganas de echarse a llorar también.

-Pero el.. Ya no esta, ya no tiene sentido.- tomó una gran bocanada de aire. -Lo siento. No venía para deprimirte, sólo que el piano.. me recuerda tanto a el.-

-Tranquilo, sabes que puedes venir cuando quieras, este lugar es también tuyo.- beso la frente del menor y volvió a sentarse frente al piano. -Vienes ,por respuestas, supongo.-

-S-Si...- susurro el tomando asiento a un lado. -Sólo.. hágalo rápido ¿Si? Quiero saberlo todo.- el hombre suspiró.

-Lo haré.- sonrió y acarició la mejilla de Kook. -Sólo quiero que sigas con tú vida después de esto ¿Si? No te dejes llevar por emociones fuerte, se que hay un chico que de seguro espera que estés bien.-

Kook sintió sus mejillas encenderse. -¿C-Cómo sabes de él?- preguntó sorprendido.

-Los he visto.- dijo divertido, pero de un momento a otro su semblante cambió a serio. -Bien.. No es muy fácil esto para mi pero lo intentaré....-

~☆~♡~☆~

*C va corriendo*

Sin Duda, Fue El Destino. VKook [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora