Capítulo 5
-Maia. -Escucho una voz lejana. -Maia, escúchame.
-Jake. -¿Jake? -No te va a escuchar.
-No lo sabes, hermano. Puede ser que sí.
-Daniel, ¿Cuánto tiempo lleva así?
-Ya una semana. -Suspira.
Esas tres voces se escuchan cada vez más cercanas. Solo sé a quien pertenecen dos: A Daniel y a Jake. Pero, ¿De quién es la tercera?
-Chicos, el tiempo de visita está por acabar. -Dice una voz femenina, supongo que una enfermera.
-Gracias. -Responden los tres.
-Oye, ¿Me llevan?
-Claro D. -Las sillas se mueven, escucho pasos y la puerta abrirse y cerrarse. Después siento unos labios posarse en mi frente.
-Sé que me escuchas, lo sé. Espero que mejores, por favor Maia. Te quiero. -Luego oí la puerta cerrarse.
• • •
Ya puedo abrir mis ojos. La luz es demasiado fuerte y no me acostumbro. Mi cuerpo está demasiado adolorido y no consigo moverme.
-¿Pueden apagar la luz? -Gruño.
-¡Maia!
-Apágala, por favor...
-Tranquila... Listo.
-Gracias, ¿Cómo estás Emily?
-Yo bien. Por lo visto, tú no ¿Qué estabas pensando?
-¿Pensando qué?
-El que manejaba ese auto dijo que estabas tirada en la pista.
-¡No estaba tirada! Me caí. -Mi voz está ronca.
-¿Y por qué estabas ahí?
-Estaba yendo al parque. Y no me riñas como a una niña ¿Ya?
-Oh Maia... Lo siento, me has tenido muy preocupada.
-No pasa nada.
-¿Nada? Estuviste inconsciente tres semanas. -Su rostro mostraba preocupación y enfado. Se acerca a mí y me abraza cuidadosamente.
-Oye, ¿Sabes si mi mamá o Daniel han venido?
-Sí, también vinieron Matt... Y Jake. -Ambas hacemos muecas y nos reímos.
-¿Y han venido hoy?
-Tu mamá está en la cafetería. Los demás no han venido hoy.
-¿La podrías llamar?
-Claro. Espérame aquí.
-Ni que pudiera moverme. -Dicho eso se fue de la habitación riéndose.
Mientras las espero observo la habitación. Al frente mío hay un televisor; a mi derecha, un pequeño ropero y un sillón; a la izquierda hay dos puertas, una la salida y la otra supongo que para el baño. No es tan grande, es acogedora y está iluminada. Me gusta. Y podré soportar estar aquí.
Minutos después llegaron ambas con panecillos y jugo en mano. No me dejaron coger ninguno porque tenía una "dieta especial", que llegaría en "media hora", y lo digo entre comillas porque pasó más de media hora y aún no llega mi comida. Así que se imaginarán cómo está mi estómago.
-¿A qué hora llega?
-Se paciente, hija.
-Tengo hambre...
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Studying you [Cancelada]
Fiksi Remaja¿Alguna vez has oído que te hagan la vida imposible? Pues a mí me tocó un aula completa que me lo haga, pero yo no era una adolescente más en clase si no...