SOFT •DongWoo•

¡Hey Jungwo!

   —¿En que momento acepté acompañarte a casa de TÚ novio? —refunfulló pateando una piedra.

Tan solo llevaban caminado 20 minutos, y en cada uno de ellos;Doyoung se quejaba. Mark aun no le había dicho sobre la sorpresa y ni pensaba decirla.

   —¡Solo debo ir a dejarle estos papeles,no será mucho tiempo!—Agitó exhausto el sobre en su mano.

    —¡Voy a estar de violinista mientras te comes a Taeyong!—chilló.

Lo ignoró durante las siguientes quejas y eso logró que el mayor se quedara callado por lo menos hasta llegar a la puerta de la casa de Taeyong. Doyoung en secreto envidiaba mucho la relación de ambos, ya que a pesar de la diferencia de edad de ambos y también de los diferentes institutos a los que asistían ambos parecían un par de sanguijuelas y estaban próximos a cumplir dos años juntos.

No sabia por quién sentía mas pena. Por Mark al estar con alguien tan serio y amargado como Taeyong. Tal vez sentir pena por Taeyong, el chico debía soportar los raps improvisados de Mark y su risa de hiena aunque también estaba la opción de sentir pena por el mismo porque siempre se encontraba en medio de ambos.

   —¡Taeyonnie! —chilló el menor a penas vio la cabellera roja de su novio abrir la puerta. Interrumpiendo los pensamientos del mayor.

El apartó la mirada incómodo porque sabia que comenzarían a besarse,algo que no quería presenciar el solo quería irse pero no iba a arruinar el momento de la pareja con sus quejas. A final de cuentas entraron a la casa poco después y el se sentó en el sillón mientras Mark le explicaba a Taeyong como llenar los papeles para la transferencia,porque si. Ahora estarían mas pegados que nunca. Aburrido miraba su teléfono ¿Cuanto falta...

Se quedó tan blanco como un papel mientras sentía como unos brazos extraños lo rodeaban desde su espalda,suave y lento, el olor de la persona le era tan familiar que lo hizo estremecer y logró que su voz se atascara en un gritó de emoción. ¿Que hacía su ángel ahí? El sentir el cabello sedoso del menor en su cuello le producía tantas que cosas que no lograba diferenciar una de otra.

   —Hyung—suspiró en su oido. Y vaya que suspiró.

Y bueno, Doyoung murió en ese momento.