HE IS BACK

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 «Mis abuelos fallecieron, no había nada más que hacerse desde que salí de Boston hacia Los Angeles hace unas semanas supe que esto pasaría pero eso no me evitaba sentirme triste, ahora estaba en un avión vestida de negro, con los ojos hinchados y la nariz roja, extrañaría mucho a mis abuelos. Quería ver a Scott, no había podido contactar con él en las últimas semanas y comenzaba a sentirme más triste de lo que debía estar, algo dentro de mí me decía que algo malo se aproximaba sin embargo no quería hacer caso a ello. El avión aterrizo en Boston a las ocho de la mañana estaba nublado, deje mis maletas en casa y fui camino a la de Scott, ahora más que nada necesitaba un abrazo suyo. Toqué el timbre esperando que alguien abriera, con el paso de los segundos Lisa, la madrastra de Scott me abrió la puerta al verme los colores de su rostro se pusieron pálidos.

—Anna ¿Co-Cómo has estado linda?

—Bien, supongo ¿Esta Scott? —Los colores de su rostro palidecieron aun más y mis sospechas cada vez se volvían más reales, como desearía que no fuera así.

—No te dijo nada ¿Cierto?

—No entiendo ¿A qué se refiere? —Las lágrimas picaban en mis ojos, sabía que esto podía pasar, Scott ya no quería saber nada más de mí y se había ido.

—Scott… —se corto —sería mejor si pasaras y te lo dijera.

—No.  Si tiene algo que decirme, mejor que lo diga ahora.

—Scott se caso, al parecer dejo a una señorita embarazada y tuvo que casarse con ella, yo… lamento tener que decírtelo Anna, yo… no estoy nada orgullosa de eso, lo siento mucho.

No pude contener las lágrimas y pronto comenzaron a derramarse por mis mejillas, el ¿qué? No pude ser yo… no puedo creerlo, es un idiota.

—Gracias por ser sincera Lisa, debo irme.

Tal vez fuera cierto, tal vez no, tal vez todo esto es solo una horrible pesadilla ya hora estoy en el avión incomoda, debe ser eso, pero muy en el fondo se que no es así, llamo a mi madre fingiendo una voz calmada y le digo que llegare tarde, e despido con un te amo, y recuerdo a Scott, se que solo hay una persona en todo Boston que puede decirme lo que pasó y ese es Nicholas, probablemente también Ed, pero él no era muy bueno dando explicaciones, limpie las lagrimas de mis ojos y baje de la camioneta camino a la puerta de entrada de la casa de Nicholas, no se por destino o buena suerte Nicholas estaba afuera leyendo un libro “Los Tres Mosqueteros”, me fui acercando y el alzó la vista cuando me vio se levanto y se quito las gafas para acercarse y darme un abrazo.

—Ya te enteraste ¿no?

Esa fue la afirmación que esperaba nunca saliera de sus labios sin embargo salió y solté un sollozo que estaba atorado en mi garganta desde que lo supe, me rompí y nunca me había sentido tan herida antes, lloré y lloré, haciendo mis sollozos cada vez más ruidosos, sin embargo a Nicholas no parecía importarle, con cada sollozo me apretaba más fuerte contra su pecho, era un buen chico, un buen amigo, mi mejor amigo.

—No llores más Anna.

Eso solo me hiso llorar más ¿Cómo podía decirme eso? El chico que había sido mi novio los últimos tres años se había ido y no solo se había ido, se había casado con otra por que la embarazó, la embarazó… me engaño y yo estaba como idiota detrás de él.

—Vamos dentro Anna te daré un poco de té. Tranquila.»

 

Despierta Anna, despierta, cariño, despierta. Abrí los ojos mi madre estaba a mí lado con cara de preocupación hace una semana que tenía esa misma pesadilla todo los días un recuerdo del pasado que no podía sacar de mi mente, limpie mis mejillas, había llorado dormida, otra vez.

Apologize © [SUSPENDIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora