Any 01 ~Nuevas Especies~

U N O

Decir que soy una "Persona" no resulta adecuado. Llamarme a mí misma "Especie" tampoco lo seria, es egoísta de mi parte meterme en un saco al cual no pertenezco.

He nacido y crecido en un puto laboratorio, siendo usada en experimentos por sádicos, malditos locos que no tenían nada mejor que hacer con su vida miserable más que torturar y matar a especies inocentes, pobres almas que tuvieron que llegar a este mundo para sufrir.

Los humanos son una raza que se dedica a crear para luego destruir. Crear destrucción. No les bastó con destruirse entre ellos, sino que también tienen que hacerlo con todo a su alrededor.

Se suponía que querían crear una especie más sumisa, con aspecto más humano sin tantos rasgos de especie pero, igual de fuerte; a raíz de ello nacieron las "Regalo" pero poseían muy poca fuerza y leves rasgos animal. Mal. Necesitaban algo más, una hembra que pareciera inofensiva para engañar al enemigo, que fuera obediente para poder funcionar como espía. Finalmente terminaron regalándolas a los cerdos que apoyaban con recursos.

Siguieron intentando, mezclado ADN hasta que consiguieron crear a unas cuantas, de todas las que nacieron como yo fui la única que sobrevivió y resistió las drogas que nos suministraron, me llamaron Any 01 por la palabra en inglés "Anyone" que significa "Nadie", ya que para ellos no soy nada más que mierda útil.

Perdí la cuenta de cuantas veces me cambiaron de jaula, la cantidad de especies hembras o machos que vi, la cantidad de veces que me golpearon, me drogaron...

...o abusaron.

Siempre era golpeada para probar mi resistencia. Era capaz de curarme muy rápidamente, no sé si era por el coctel de drogas que me suministraban cada dos días, pero pasaba. Me ataban a unas cadenas y luego comenzaban a darme latigazos, mientras más gritaba más fuerte me golpeaban. Querían que fuera inmune al dolor, para que si llegase a ser capturada no pudiera delatarlos, debía resistir el impulso de emitir sonido alguno, ni siquiera se me permitía hablar. Trabajaron en mi velocidad, en mi agilidad, en mi fuerza.

Tantos años en constante agonía me rompieron y endurecieron. Me propuse aprender de ellos, la forma en la que mentían, manipulaban. Fingí ser dócil y obediente. Tanto tiempo. Las voces en mi cabeza exigían que les arrancara la yugular, que los hiciera pagar, pero debía ser más inteligente, ir un paso más adelante.

Un par de años más y el líder, junto con su esposa decidieron que ya estaba lista para cumplir una misión, debía encontrar a alguien y asesinarlo ya que los iba atraicionar delatándolos. Por fin lograría salir de sus redes y cumplir con mi verdadera misión.

-Ya está lista, querida- dijo aquel hombre, que desde que nací se ha dedicado a guiar y supervisar todos los actos horrendos que me han hecho.

-Estoy algo nerviosa, Chris. ¿Y si algo sale mal?- Esta es su esposa. La doctora Miyako.

-Tranquila, después de todos estos años tienes frente a ti a la mejor espía, esta no posee alma. Date cuenta, parece una muñeca. Si le dices que ladre, lo hará- Se ríe.

-Aun así, me parece que deberíamos hacerle un test antes de dejarla salir.- Cierra la boca

-No es necesario, esta hembra ha sido entrenada lo suficiente y todos los doctores la han declarado apta-

-De cualquier manera, cariño, la enviare acompañada. No podemos permitirnos que alguien más la robe, ¿te imaginas? Ella es como un bebe estúpido, podría obedecer a cualquiera o simplemente perderse.-

Ellos siempre hablan delante de mí, creyendo que soy una estúpida sin cerebro. Gracias a ellos he sido capaz de reunir mucha información que al salir será de mucha utilidad, como de que estas no son las únicas instalaciones que hay, hasta donde tengo entendido existen 15 más en todo el país, pero aun desconozco su ubicación exacta. Conozco los rostros de todos y cada uno de los líderes de ellas ya que el imbécil de Chris quiso alardear el hecho de que logró hacer que una como yo sobreviviera.