quatre.

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*POV: BRUNO*

Lo primero que noté al despertarme fue la calidez de unos fuertes brazos que me envolvían y su aliento en mi nuca que no pudo evitar hacer que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo.

Con mucho cuidado, me giré para mirar la hora en el reloj digital de mi mesita de noche.
"Fantástico", pensé con ironía al ver que eran tan solo las 7y30 de la mañana, "ya no puedo dormir más".

Y era verdad, no podía dormir más, me era imposible. Había estado toda la noche soñando con mi padre, y me era insoportable verle en sueños, sabiendo que cuando me despertara todo acabaría. No, no podía volver a dormirme.

Por un momento, contemplé al chico rubio que tenía tumbado al lado.
Así, durmiendo, parecía completamente otra persona.
Su pelo rubio, gracias a los primeros rayos de sol que entraban por la ventana brillaban, haciendolos parecer dorados, la boca y los ojos cerrados suavemente y aquella mandíbula que podría cortar si quisiera.
Irradiaba paz, tranquilidad.
Una paz y una tranquilidad que yo necesitaba en estos momentos más que nada en este mundo.

Tal vez pueda sonar algo psicopata, pero no podía dejar de mirar su rostro.
Realmente Tania era muy afortunada de tenerle.

Joder, y tan afortunada.

No me había dado ni cuenta de que estaba acariciando suavemente la mejilla de Pol cuando poco a poco abrió los ojos.

-¿Otra vez igual? -Preguntó Pol con la voz ronca de recién despertado y una sonrisa en la cara.

En ese momento sentí vergüenza al recordar cuando sucedió eso mismo hace ya unos 2 años y corriendo aparté la mano y me alejé.

-Oye, que es coña. -Dijo incorporandose y sentándose en la cama, mirando hacia mí. -Bruno... ¿Estás bien? -Me preguntó preocupado poniendo una mano en mi hombro.

Me había puesto a llorar y no había sido por lo de Pol, había sido porque de repente, la realidad me había caído encima y golpeado como si de una roca pesada se tratase.

Aún no podía creerme que esto estuviera pasando.

-Bruno, eh, mírame. -Pol me intentó coger el rostro con las manos para que le mirase, pero yo se las apartaba. No soportaba que me viera así.
-Bruno, por favor... -Me dijo en tono suplicante.

Tardé unos cuantos segundos, pero obedecí, porque joder, si Pol Rubio me suplicaba, ¿cómo cojones podía negarme?

Lentamente giré la cara hacia él, mirando para abajo.

Pol llevó su mano hacia mi pelo y me lo acarició suavemente, con una sonrisa triste en la cara y los ojos brillantes.

-Te prometo que vas a superar esto. -Me aseguró.

Traté de contener mis lágrimas y Pol pegó su rostro al mío, poniendo ambas manos sobre mi mandíbula, y sin previo aviso, me besó la comisura de los labios.

No fui capaz ni de reaccionar, ya que justo después me abrazó, ambos apoyando la cara en el hombro del otro.

Nos llevamos así un buen rato, simplemente abrazandonos, sin hablar, porque realmente tampoco hacía falta, hasta que finalmente nos separamos.

-¿Quieres algo? -Me preguntó Pol mirandome con una dulzura que no parecía ni él.

-¿Cómo? -Pregunté yo, algo descolocado.

-Voy a la cocina, ¿que quieres que te haga para desayunar?

...

Espera.

¿De verdad estaba Pol Rubio preguntandome que quería para desayunar en estos momentos?

La situación era surrealista...

Pero bueno, supongo que después de lo de ayer nada podría superar el surrralismo... ni esto siquiera.

-No... no tengo hambre. -Respondí sin ganas.

Pol torció la cabeza y sonrió un poco.

-Pero tienes que comer algo, Bruno.

Y otra vez.

Ahí estaba.

Ese puto tono de voz. La delicadeza con la que me hablaba. Con la que me miraba. Con la que me tocaba.

Este no parecía ni de puta coña el mismo Pol Rubio de hace apenas 2 días, y no sabía como sentirme al respecto.

Así que simplemente, le pregunté.

-Qué... ¿Qué pretendes exactamente, Pol?

Pol me miró durante un momento extrañadisimo e incluso dolido. Y yo no pude evitar arrepentirme de haberselo preguntado.

-¿A qué te refieres? -Me respondió con la voz cortada.

-Joder, Pol... -Susurré en voz baja, pero lo suficientemente alta como para que él se enterase. -Nosotros. -Solté sin más. -¿Qué se supone que significamos? Porque ya te aviso de que ahora mismo no estoy de humor, así que como estés jugando conmigo yo...

-No estoy jugando contigo. -Me interrumpió de repente, con una firmeza en su voz que me sorprendió. -Estoy jugando conmigo mismo, más bien... -Soltó una risita irónica. -Realmente ya sé lo que me pasa, pero aún así no soy capaz de verlo. Bueno, más bien no tengo los cojones de admitirlo...

Miedo me daba.

-¿Admitir... qué? -Tragué saliva antes de preguntarlo, temblandome un poco la voz.

Parece que a Pol realmente le costaba, porqué trató de relajarse, cerrando los ojos y respirando profundamente durante unos 10 segundos, hasta que finalmente contestó, y vaya como contestó...

-Que estoy enamorado de ti, Bruno Bergeron. Locamente enamorado de ti.

☆☆☆☆☆☆

BUENO HOLI GENTEEEEE

Me odiais, y es normal, yo tb lo haria 😂😂😂

Nunca cumplo nada de lo que prometo, pero os juro que lo he intentado, pero no me venía la inspiracion 😪🤦‍♀️

Y bueno, que na, que espero que os haya gustao y ya lo sabeis todo, comentad, votad y bla bla bla, que me motiva a seguir

Que la vd es que estaría bien si me dieseis vuestra opinion y tal, bc no sé si os gusta mucho el camino por el que estoy yendo y tal sae

Y na, que eso. Que me perdoneis la tardanza

Un saludito chiquis 😘👋

as long as you're with me 🏳️‍🌈💫 {bruno x pol}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora