Dos Lados; Stiles Stilinski Y Tu

Marcas

 A la mañana siguiente en la casa Eichen, me encontraba caminando con Oliver, el es un chico muy risueño, realmente me agrada. Dejamos de caminar cuando vimos a Malia y Stiles hablando en secreto, susurrándose. Miré a Oliver y él miró un poco. . . enojado. 

— Espera un segundo, ___ —Sonrió levemente otra vez y caminó hacia ellos mientras los miraba.  Stiles vio a Oliver y lo jaló a la conversación, ellos y Malia hablaron y ella asintió con Stiles y Oliver parecía molesto. Después de un minuto o dos, caminó hacia atrás, mirándome. 

—¿Cuál es el problema? — Pregunté preocupada. 

—Tienen un plan para obtener las llaves de Brunski. No me gusta — Él suspiró. Bueno parece que alguien ideo un plan sin mi ayuda y en cambio pidió la ayuda de Malia, eso me molesta un poco.

 — ¿Qué tienen en mente? — Lo interrogué. 

—Quiere que ataque a Malia, gritarle y cuando vengan  a romper la pelea, ella agarra las llaves, Stiles la ayudará a levantarse y ella le pasará las llaves mientras yo, muy probablemente, seré llevado a la Unidad Cerrada —  Lo pensé por un segundo y luego sonreí levemente, tengo que admitir que es algo buena. 

—En realidad, no es un mal plan —Oliver se me miro  y estudiando mi cara —Porque entonces Malia nos ayuda a Stiles y a mí a llegar al sótano rápido y no te preocupes, vamos a  sacarte. Oliver luego sonrió más. 

—¿Stiles y tu?

—Sí. Stiles y yo iremos al sótano, buscaremos lo que necesitamos encontrar y luego, te sacaremos de la Unidad Cerrada — El asintió. 

—Está bien, puedo hacerlo. 

°°°

Oliver  camina hacia Malia, la agarra y la empuja al suelo, a horcajadas sobre ella y tratando de fijar sus brazos agitados y ella gruñó. Los pacientes se levantaron y giraron alrededor de ellos en parte y yo me acerqué para ver más. Malia luchó contra su agarre y gimió con los dientes apretados. 

—¡Estas mintiendo! ¡Eres una mentirosa! — Oliver gritó. Dos hombres corrieron a verlos y vi las llaves del que tenía que ser Brunski, se detuvo justo a mi lado. 

—¿Qué demonios está pasando? —Él gritó, todavía mirando a Oliver y a Malia, y aunque iba a ser el trabajo de Malia, lentamente alcancé y agarré sus llaves guardándolas en mi bolsillo. Malia gruñó de nuevo.