C A P I T U L O «9»

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Rugge

Los cambios son buenos, o eso me decía mi mamá, pero para mí no era así; cada día extrañaba más a los chicos, especialmente a Lio, sus abrazos o las veces que me raspaba la cabeza con su puño, era agradable desde cierto punto de vista; y de verdad estaba muy arrepentido de haber cambiado la sección, pero no podía seguir cerca de Mike, tan solo verlo cada día después de lo ocurrido me ponía muy mal, pensaba en que más haría para acercarse a mí y lograr que yo hiciera sus tareas, mas no sería un idiota nuevamente. La repentina declaración de Peter no me había impactado mucho, de ya en repetidas ocasiones el me besaba sin previo aviso, me gustaban sus besos y así mismo pensé que ya éramos algo, hasta que se me declaro y lo acepte con gusto, poco a poco empezaba a sentir algo por él, quien diría que sería el novio del chico que vi en aquella heladería cuando mi único propósito era conquistar al chico que a primera vista me había gustado, diría que ya o había amado cuando lo vi, se diría que fue amor a primera vista, pero fue dolor, el más grande que había sentido, junto con decepción y un poco de coraje; aquel que había creído que al menos era mi amigo me había usado como un objeto; era menos que su amigo, era nada;  encima sus palabras me habían herido, pero a pesar de eso ya no me importaba más. Al que tenía que querer y amar era a Peter, no por despecho intentando olvidar a Mike, no sería justo para él, pero tampoco iba a negar que muy en el fondo sentía algo por Mike, y que sin importar cuanto me costara iba a arrancar ese sentimiento.

El tacto de unos cálidos labios en los míos me hicieron reaccionar de todos mis pensamientos, sonreí al ver a Peter ya vestido con ropa deportiva, habíamos acordado ir a correr cerca de un parque para no descuidar la salud y así aprovechar las vacaciones y no solo estar echados en el sofá.

–Mi amor, dime que piensas hacer el año que viene.

–Pues estudiar supongo -ambos reímos por el pequeño chiste que había hecho y el paso su brazo, abrazándome- ya, ya, creo que dé ya empezare a preparar mis estudios para mi solicitud.

–Nunca cambias y por eso te quiero, te amo- me dio un beso en la mejilla y poco a poco se acercó hasta que nuestros labios se quedaron a una corta distancia, distancia que yo elimine dándole un beso, suave y duradero.

Ambos sonreímos y entramos al parque listos para trotar un poco, no había nada mejor que trotar en las mañanas, antes de que salga el sol y así recibir los primeros rayos del mismo, era un ligero ejercicio que me hacía olvidar todo y por una vez sentirme libre de dolor, pero al parecer esa no sería la ocasión ya que a lo lejos pude identificar una silueta más que familiar, era Mike que igualmente corría en una zona del parque, junto a él estaba Male y Valentina; por ellas no habían problema pero no quería ver a Mike, estaba muy a gusto en todo el tiempo que había pasado en esos meses pero al verlo sentí un poco de miedo, solo esperaba que el estar cerca de Peter alejara a Mike.

Y todo se complicó cuando vi a las chicas que caminaban hacia nosotros, junto a ellas venia Mike que parecía algo incómodo, yo estaba aún peor.
–hola chicos, ¿Acaban de llegar?
Cuestiono Male y ambos asentimos.

–Es bueno hacer ejercicio, no queremos tener llantitas.
Dijo Peter abrazándome y yo correspondí a dicho abrazo; de reojo pude ver que Mike parecía expresar algo indefinible en su rostro, no entendía que le pasaba y mucho menos me interesaba.

–Hey chicos que dicen si corremos juntos, luego podemos ir al área de máquinas de ejercicio ¿Les late?
La propuesta de Valu me había puesto en la peor situación, cuando más quería alejarme de Mike tenia que convivir con él.

–Por mi bien ¿Qué dices Rugge?
Yo asentí ya que me vi un poco obligado, no quería  rechazar a las chicas y mucho menos arruinar el día de ejercicio.

Todos trotamos lentamente por el parque y me sentía aliviado al ver que Mike se mantenía a distancia de mí y de Peter, era como si el hiciera lo que yo esperaba, que se alejara de mi para siempre, poco a poco me fui cansando y por suerte ya habíamos llegado al área de ejercicios, Peter fue directo a las bicicletas fijas y las chicas a unas caminadoras mecánicas, por mi parte decidí ir a ejercitar un poco mis piernas ya que considero que hasta un pollo tiene más piernas que yo; de reojo pude ver que Mike estaba en una máquina para ejercitar sus brazos y sin pensarlo fije mi vista en sus brazos, me sorprendí al verlo pero volví a lo mío, si sigue así pronto estará en el equipo de básquet como el capitán oficial.

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