C A P I T U L O «23»

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Mike

Al fin el día de la fiesta, pero tras haberle dado vuelta a toda mi habitación no encontraba mi camisa favorita. Era una simple fiesta pero quería estar cómodo además que esa camisa me daba fuerza.

– ¡Male, no viste mi camisa!

Luego de unos minutos no recibí respuesta de Male y decidí seguir buscando la camisa yo solo.

– ¡Male!

Grite nuevamente y de igual manera no había respuesta.

Segundos después llego Vale con un tazón de cereal, en plena tarde, típico de ella.

– Parece que no escuchaste cuando nos dijo que iba a una cita con Gastón, así, estabas en video llamada con Rugge; mira cómo te tiene.

– Es que, estábamos acordando quien pasaría por quien para la fiesta y adivina quién gano.

– Pues tú, eres tan insistente en todo lo que te propones.

– Exacto, pero ahora no encuentro mi camisa favorita.

Abrí el armario para ver si de suerte no estaba, quizá término en Narnia.

Vale dejo el tazón de cereal y se sentó en mi cama, parecía algo cansada.

– Acaso es una verde de manga larga, con un símbolo amarillo.

– ¡Sí! ¿Dónde está?

Vale señala mi puerta y no veo nada, solo un desorden total, ella se levanta y me hace alzar la vista y en efecto, sobre la puerta estaba la camisa.

– Rugge te tiene muy distraído; seguramente la dejaste ahí desde la última vez.

Parecía tener razón ya que estaba sudada y olía muy mal.

–Tengo que lavarla de inmediato.

Tomo la camisa y de paso me pongo una ya que me encontraba con el torso desnudo, total, con Vale podría estar en ropa interior y todo seguiría normal.

– Mike, creo que estas con mala suerte, la tubería se dañó desde ayer, no la repararan hasta hoy en la tarde.

– Pero necesito esta camisa, y ni con todo el perfume dejara de apestar.

– Podrías ir a la lavandería, pero seguramente todo el edificio está ahí. O puedes ir a casa de Rugge, seguro podrás lavarla ahí.

Hice una mueca y solo suspire

– ¿Qué? Pensé que tenían suficiente confianza, incluso ya duermes en su casa, él duerme aquí, incluso tienes unas prendas en su casa.

– Si lo sé, es solo que no sé qué dirá, quizá me vea mal.

– Eso podemos averiguarlo.

Valentina toma su celular y veo que marca, solo espero que no sea a…

– ¡Hola Rugge! Si todo está bien solo que quería preguntarte algo -le hago señales a Vale que se detenga lo antes posible pero ella solo me saca la lengua, que grosera- dice Mike que si puede ir a lavar una camisa a tu casa, es que la necesita para la fiesta de esta noche -suspiro avergonzado, pero a la vez podría solucionar mi problema- ok gracias, te mando un abrazo y Mike un beso.

Valentina corta y sonríe sin pena alguna.

– Dice que puedes ir y que igual pensaba invitarte a su casa antes de la fiesta.

Le doy una sonrisa a Vale y tomo mis llaves de mi estante.

– Gracias, y si viene Agustín, no vayan a hacer mucho ruido, los vecinos podrían quejarse.

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