💜V💜

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Era ya muy pronto por la mañana, el sol ni se empezaba a divisar por el horizonte de Seúl cuando Namjoon fue a despertar a su padre para que, como todos los días desayunaran juntos.

Cuando el señor Kim sobrepasó la puerta de la cocina se sorprendió notablemente al ver que el desayuno se acababa de hacer.

- ¿No lo has comprado, lo has hecho tú?_ dijo mientras se sentaba en una de las sillas, acercándose curioso a la mesa.

- Lo he hecho yo, sí_ sonrió el joven sirviendole un zumo de naranja a su padre, para luego sentarse justo enfrente de él.

- Y no has quemado la cocina.... estoy orgulloso de ti.

El menor sonrió amablemente mostrando esos hoyuelos tan tiernos que se le formaban en las mejillas cuando estaba realmente contento.
Menos mal que pasar tiempo por las mañanas, aunque sea poco, con su padre le daba ánimos para seguir la jornada, sus palabras le daban fuerza.
Y es que esa fuerza la necesitaría de verdad para afrontar lo que le venía encima ahora.

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Otro día más en el que, si no fuera por ese mismo chico que siempre dedicaba unos minutos de su mañana a despertar a Namjoon, quien se dormía vencido por el sueño con la cabeza apoyada en el hombro de este, el moreno habría acabado perdido en cualquier otra parada que no fuese la de su universidad.

- Hey chico, vamos.... Tu parada es la siguiente_ susurró paciente el joven en la oreja de Nam, para despertarlo suavemente.

Un escalofrío que recorrió su cuerpo entero, después del susurro tan suave del otro, despertó de golpe al dormido.

- L-Lo siento.... P-Perdóneme....

Se disculpó y muy avergonzado se levantó rápidamente dispuesto a salir del autobús, pero el vehículo no había parado del todo, por lo que tropezó y calló al suelo.

- ¿¡Estás bien?!

El de pelo rubio se agachó para ayudarlo, levantandolo con cuidado.

- ¿Te has hecho daño?_ dijo acercándose a su rostro, para comprobar que seguía totalmente consciente.

Namjoon le devolvió la mirada, un tanto desorientado por el vaivén y la caída repentina, sus rostros se encontraban a menos de un palmo. El rubio permanecía atento, sin moverse, esperando una respuesta. Mientras, el de pelo morado se había empezado a sonrojar cuando por su cabeza empezaron a pasar ideas de acercarse más a los labios contrarios.
Esos labios eran bonitos, mucho, podría llegar a decir. Eran de un tono rojizo que parecía ser natural, algo raro pero exótico en un coreano, si es que ese hombre lo era. A Namjoon también le llamaba la atención lo gorditos que se veían y la pinta que tenian de ser tan esponjosos como lo eran los suyos, otra de las razones por la que le llamaba probarlos.

¿Por qué pienso esto?!" No, a él no le gustaban los hombres, o eso creía. No podía tenerlo claro, como tampoco nunca consideró que tenía clara su sexualidad.
Desde el instituto que no había tenido contacto amoroso de ningún tipo, por lo que ya se había acostumbrado a no sentir nada hacia nadie.

Tuvo una antigua relación, pero no acabó como le habría gustado que acabara; por no decir que no le habría gustado que acabara.

Esa chica le partió el corazón, no quería sentir esa horrible sensación de nuevo; ese sentimiento de culpabilidad, las ganas de llorar, el querer arrastrarse una y otra vez. Sigue dando gracias a que Hoseok lo ayudó a olvidar todos esos sentimientos sin importancia.
Pero aunque ahora se llama estúpido por lo que hizo al perder a esa joven de la que verdaderamente estaba enamorado, en el fondo no quiere volver a sentirse de esa manera.

Cuando volvió en si, se dió cuenta de que seguía cerca del rostro del joven, por lo que desvió la mirada avergonzado y se levantó sin su ayuda.

- Estoy bien, muchas gracias_ dijo acercándose a las puertas de salida del autobús y bajó mirando por donde ponía sus pies, con el miedo de caer de nuevo y pasar por otra situación vergonzosa como la de antes.

Siguió un paso lento alejándose de la parada y siguiendo la calle hacia la entrada de la universidad, que aún quedaba lejos. Quiso girarse y volver a mirar hacia el autobús, curioso de si aquel chico lo miraba, pero no se atrevió, por si se daba la casualidad de que así era y se encontraban sus miradas. Se habría muerto de vergüenza ahí mismo.

Pero nunca pudo saber como de acertada fue esa posibilidad. El rubio, preocupado aún, se había acercado a sentarse cerca de la ventana para ver como el de pelo morado se alejaba, y es que tampoco había podido reunir el valor suficiente como para olvidarse de dónde iba y bajar del vehículo.

¿Para qué? Simplemente quería acercarse amablemente a aquel patoso chico que veía todas las mañanas y preguntarle si de verdad no se había hecho daño. A ese chico que despertaba con delicadeza todas las mañanas sin aún entender por qué.


















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Hasta aquí este capítulo :'3

Este personaje del autobús es uno nuevo, no es Jackson, por si parecía eso, me expreso fatal xD

¿Podríais adivinar quién es? :0

Decidme en los comentarios quien creeis que es o quien os gustaría que fuera.

Cualquier falta de ortografía no me mateis, me he instalado un nuevo teclado y todavía no me acostumbro :'c

💙Gracias por leer💙

My Slave {💜Rapson/Jackmon Kink💜}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora