-La autopsia mostró signos de un intento de violación.-temblaron los labios de Yugyeom.-ya sabemos que ustedes dos estaban encerrados en un baño juntos, ¿verdad?
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22 de septiembre de 2018, 10:20 p.m;
Yugyeom estaba borracho, al igual que todos en el club bebiendo sus últimos remordimientos del año. Youngjae simplemente se estaba divirtiendo. No tenía nada que lamentar así que no vió la necesidad de beber. Yugyeom siempre encuentra al mayor demasiado pretencioso. Él no tenía que preocuparse por nada. No tenía nada que lo agobiara.
Mientras Yugyeom se estaba ahogando sin agua. Quería borrar esa sonrisa estúpida de su rostro, pero de alguna manera, en el fondo, lo deseaba.
No había odio sin amor, ni amor sin odio.
El alcohol hizo un gran trabajo cegando a Yugyeom en lo que era. Sobre a quién amaba y a quién odiaba.
-Vuelvo enseguida.-besó un lado del cuello de Bambam, sin querer molestarse en alcanzar los mismos labios de los que se había cansado.
Caminó hacia donde Youngjae había estado bailando solo la mayor parte de la noche y jaló al mayor solo.
-¿Qué pasa?-preguntó Youngjae una y otra vez, pero Yugyeom simplemente lo ignoró, arrastrándolo hacia atrás mientras apuntaba al baño.
Era el lugar menos poblado de todo el club y no sabía realmente qué lo llevó a él. El beso era más embriagador que el alcohol y no quería que terminara. Youngjae, sin darse cuenta, se estaba derritiendo en el cuerpo del otro también. Ni siquiera podía culparlo por el alcohol. Se separaron y volvieron a encontrarse, empujándose y jalándose hasta que la cara de Youngjae quedó contra la pared. Yugyeom no perdió el tiempo tratando de llegar a donde quería, pero Youngjae finalmente encontró sus sentidos, otra vez.
Empujó a Yugyeom fuera de él y corrió hacia la puerta. Donde encontró a Bambam esperando.
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-Esa fue la última vez que lo vi.
-Entonces, ¿no lo mataste para mantener la boca cerrada?
-No hice nada que él no quisiera-...-
-Había signos.
-¡No lo violé!-Yugyeom empujó su silla hacia atrás, poniéndose de pie, pero pronto se dió cuenta de que era una mala idea y volvió a sentarse.
-¿Y vas a dejar que tu novio acepte esa coartada por ti?
-¿Qué?
-Las pastillas para dormir eran tuyas, tienes un motivo claro, y nadie sabe dónde estabas en el momento de la muerte.
