EL OTRO

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Lo habían hablado y lo único lógico es que hubiera otro, Estela no lo podía haber hecho, no podía haber matado a aquella mujer, ellos lo sabían bien, pero entonces ¿quién?. Estela no paraba de negar que hubiese herido a nadie, todos los que se habían cruzado con ella habían muerto, comenzó a llorar. Tendrían que averiguar más de lo sucedido, cuando fueron a Aubert vieron lo mismo que las otras veces, una mujer, vecina del pueblo, había salido a sacar la basura y entonces la atacaron, su marido ya estaba durmiendo y no se enteró de que ella no se encontraba en casa hasta que se despertó y fue cuando la encontró y avisó a la policía.

Sonó el teléfono, era el forense, habían encontrado pelo marrón en la victima, Joan salió corriendo, quería analizarlo, el forense seguía diciendo que era muy extraño, que no se parecía al pelo que habían encontrado en otras ocasiones, no querían levantar sospechas, así que le dijeron que quizá el animal tenía varios tonos de piel, que se tranquilizara hasta que Joan hiciese las pruebas necesarias y que no lo comentase con nadie más, por supuesto sabían que las pruebas dirían que ese pelo era de otro animal.

---Hay otro, ¿cómo puede ser?---dijo Estela asustada---, podéis pararme a mí, pero que hay del otro, volverá a matar esta noche---comenzó a llorar---, ¿quién es?.

---Tendremos que averiguarlo---dijo Marc.

---Yo sé quien es---los dos miraron a Aran---, he leído mucho y creo saberlo.

---Pues dilo ya, no me hagas sufrir más---suplicó Estela.

----Un macho, quizá el que te transformó, debe haber venido a buscarte, querrá encontrarte, unirse a ti.

---¿Unirse a mí?, que quieres decir, que quiere que me vaya con él o que quiere sexo conmigo.

---Creo que las dos cosas, pero no sé cómo lo hará, la información de internet no es muy clara---pensó un momento antes de seguir hablando---. También he leído según algunos, que si matas al origen, la maldición desaparece, si él fue quien te mordió y le atrapamos quizá tú vuelvas a ser tú.

---Pero seguiré sabiendo que he sido la causante de todas esas muertes.

---No has sido tú---dijo Marc---, fue el monstruo y nadie tiene que enterarse, si atrapamos al otro y todo vuelve a la normalidad tú quedaras libre de sospecha y nadie volverá a pensar en el tema, será una leyenda de abuelas, cuentos de terror que contaran los jóvenes que acampen en el bosque.

---Pero yo sabré la verdad---comenzó a sollozar.

Estaba ya anocheciendo, siguieron el mismo ritual de la noche pasada, ella quedó encerrada en una celda y Marc con ella, le habían ordenado que si ella por algún motivo lograba salir, él no tenía que enfrentarse, se debería encerrar en la celda más cercana y dejarla huir. Por otra parte ellos intentarían capturar a la otra bestia, Aran quería destruirlo, no soportaba pensar que había llegado en busca de Estela. Habían cargado sus rifles y pistolas con plata y también llevaban algunos machetes, que el herrero había fabricado mal y deprisa con plata de una cubertería, pero es que no tenían mucho tiempo.

Mientras, en la comisaría entro un hombre, era joven y atractivo, llevaba tejanos, camiseta de tirantes, que marcaba su hermoso pecho, y chancletas. Marc se acercó al joven y le dijo que si no era urgente sería mejor que volviese por la mañana, el joven le levantó con un brazo y lo lanzó contra la pared de hormigón, Marc quedó tumbado inconsciente. El joven olió la comisaría, comenzó a caminar con decisión hacia la celda donde se encontraba Estela, ella también le olió, el miedo la invadió pero también otra cosa, por sus venas la sangre latía con fuerza y se sentía excitada y cuando la celda se abrió y se encontró cara a cara con él, lo supo al instante, él era su creador venía a reclamarla y se llamaba François.

Según la miraba a los ojos, ella iba perdiendo el miedo, le pasó imágenes mentalmente, le contó que él llevaba existiendo casi doscientos años, que había aprendido a convivir con los humanos, que solo mataba si era necesario, le enseñó una hermosa casa en medio del campo, con hermosos jardines, llenos de flores, con setos bien cuidados y humanos trabajando en ellos, dentro de la casa también trabajaban cocineras y criados y todos parecían felices de estar allí. Le contó que sin él, ella no aprendería a usar su don, le explicó que si ella se iba con él salvarían a la Val de más matanzas, si ella decidía quedarse, peligraría su vida y la de los humanos, que ellos estaban hechos para estar juntos y que ella lo sabía, ella se sentía embrujada con esas imágenes, con aquellas palabras, él ser que las pronunciaba era bello y le pedía que se fuese con él, ahora, se hacía tarde, comenzaba la transformación, ella se dejó llevar por él, le siguió, miró a Marc tumbado, él sin hablar le dijo que solo estaba inconsciente, que por la mañana solo tendría un fuerte dolor de cabeza, salieron fuera y se desnudaron, la transformación fue rápida y comenzaron a correr hacía el camino Real, siguieron corriendo por él, dirección a Francia y no pararon de correr después de pasar la frontera, solo pararon cuando casi era ya el alba, Estela vio un coche, había ropas en él y supo que era el coche de François. Cuando salió el sol ellos se dirigían a la mansión de François, por las carreteras francesas, tardaron menos de dos horas de viaje, las vistas eran más bonitas que las que había visto en la mente de François, sentía amor por aquel lugar, cómo si hubiese sido suyo toda la vida y sentía un amor inmenso por ese ser tan hermoso que conducía el coche que la llevaba a su nueva vida. François la presentó a todo el servicio, todos estaban enormemente contentos de que su señor hubiera encontrado al fin el amor y así se lo hicieron saber a Estela, con halagos y besos, después salieron a preparar la habitación de la pareja, en la cocina comenzó el movimiento de ollas y sartenes y en el salón preparaban la mesa para la comida, François mandó a su ama de llaves a comprar ropa para Estela.

François condujo a Estela a la sala de baño, era grande con una bañera romana en el centro, una muchacha se había encargado de llenarla, François hizo que la joven se retirase, se quedaron solos y entonces se acercó a Estela y la besó, un beso dulce y salvaje, se fueron quitando la ropa y la levantó en sus brazos y sin dejar de besarla la metió en la bañera. Hicieron el amor como ninguno de los dos recordaba jamás, se fundieron cómo si solo fuesen uno, Estela entendió que solo podía amarle a él, que no había nadie más, que no podía volver a su mundo, que ahora ese era su mundo y se sintió morir de felicidad cuando llegó al éxtasis al mismo tiempo que François, los dos quedaron abrazados, inmóviles y así permanecieron un buen rato. Alguien les avisó que la comida estaba lista, acabaron de bañarse y bajaron al salón, Estela que había comido poco y mal desde hacía tiempo, sintió un hambre feroz al ver todos los manjares que había sobre la mesa, quesos, verduras, pasta, cordero, ternera, truchas y una fuente de chocolate, con una bandeja de frutas cortadas en cuadraditos, vinos tintos y cubiteras con vinos blancos y champagne. Lo probó todo, comió cómo si esta fuese su última comida, François comía y reía, disfrutando viéndola comer.

---¿Estás bien, te sientes a gusto?---dijo él mientras tomaba una copa de champagne y untaba un pedazo de plátano en la fuente de chocolate.

---Me siento genial, es cómo si hoy acabara de nacer, cómo si todo fuese nuevo para mí, lo veo todo cómo si fuese la primera vez que viese---iba a seguir hablando pero entre risas François le dijo.

---Me alegro, tómatelo con calma, el mundo es tuyo y tienes tiempo para disfrutarlo, cómo habrás visto, poseo muchos bienes, cuando te haya instruido y hayas aprendido a dominar tú don, te llevaré a conocer el mundo, te presentaré a otros, verás que con nuestra visión de lobo el mundo es más hermoso.

---No volveré a la Val, no quiero, pero me gustaría despedirme de un amigo.

---Lo entiendo---la besó---, cuando estés preparara para esa despedida te llevaré.

---Gracias---llenaron las copas con champagne, pidieron que llevaran otra botella a su habitación y subieron a descansar, pero primero volverían a hacer el amor---. Te amo, algo me dice que estábamos destinados a estar juntos desde siempre, te he esperado desde que nací.

---Y yo te he buscado desde que naciste, que te mordiera no fue un accidente, estaba escrito que eras tú la elegida, te amo---se tumbaron en la enorme cama.

ylast's

MUERTE OSCURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora