Treinta y cuatro

326 24 13
                                    

Tiempo después...

Ella estaba organizando sus cosas, ya era hora de tirar las cosas que no tenían valor, no servían o ya no las iba a ocupar, necesitaba espacio y su pequeño hogar no podía dárselo, no le iba tan mal, pero de momento era necesario ahorrar, sólo unos años y podía comprar esa hermosa casa que había visto en la playa. Bajó las cajas que contenían sus recuerdos de cuando era más pequeña y empezó a clasificarlos, de verdad que unas cosas no las recordaba, sin querer empezó a entretenerse observando las libretas, fotografías y demás que iban apareciendo, los recuerdos también se hicieron presentes; su viejo columpio, su mejor amiga en la primaria, su viaje a la playa... Dejó los recuerdos por un lado y empezó a clasificarlos; los que no servían por aquí, los que sí en esa caja azul; cuando creyó que había acabado fue por la bolsa negra para la basura y a pesar de haber seleccionado volvió a hacerlo pero esta vez de lo que había puesto en "basura". Acabó. Dejó las cajas azules ordenadas, fue a dejar la basura en el patio trasero, limpió y sin querer tiró una libreta vieja regando varias hojas de ella. Las recogió rápidamente, pero algo captó su atención; su nombre venía en una de esas notas, no distinguía la letra, conocía a la perfección la letra de su novio y la suya, ¿Quién pudo haber escrito aquello y por qué? ¿Una vieja amiga, quizás? La curiosidad pudo más que ella y empezó a revisar las hojas, nota tras nota. Un dolor en el pecho la atravesó, pero al mismo tiempo algo removió su corazón, todo eso era hermoso, nadie le había escrito así jamás, ni si quiera las podía comparar con las notas que su novio le dio para enamorarla sí que tenían su encanto, pero estás transmitían algo más profundo; siguió leyendo y con cada nota que pasaba se volvían más tristes y dolorosas ¿Cómo pude hacer sufrir a alguien tan lindo? No pudo evitar preguntarse, ¿Cómo habría sido nuestra historia si le hubiera correspondido o me hubiese dado cuenta de esto? No la mal entiendan, ella era feliz con su novio, pero quizás ese extraño le hubiera duplicado la felicidad, pero era tarde. Llegó a la última nota y no pudo evitar llorar, sobre todo cuando leyó: Y sí, soy el mejor amigo de Marck" ¿Steven se había enamorado de ella? ¿Por qué no se dio cuenta antes? Lloró más porque antes de empezar todo con Marck ella había querido tener algo con Steven, siempre le había llamado la atención, pero nunca se había atrevido a hablarle y, había que admitir de una vez, al principio creyó que de él eran las notas, pero no era así, con el paso del tiempo había perdido esperanzas y de todas formas su corazón había empezado a latir por Marck.

Se calmó un poco, guardó todo y se dio cuenta que estaban tocando; corrió a abrir y se quedó paralizada al ver quién estaba ahí: Steven. No pudo moverse, ni hacer nada, al contrario, se quedó ahí parada y un leve sonrojo empezó a aparecer en sus mejillas. Así, le recordó a Steven la chica de la cual se había enamorado, la pequeña lectora. Se quedaron viendo sin saber qué hacer, como si se contaran un secreto, entonces sabían que había llegado el momento: -Tenemos que hablar. - lo dijeron al unísono y empezaron a reír como en los viejos tiempos, cuando eran buenos amigos. Se sonrieron y Alisson le dejó pasar, ya en la sala ella le entregó las notas, al no saber que decir ni cómo empezar la conversación, cuando Steven tomó las notas suspiró. –Creí que ya no las ibas a encontrar- dijo y las fue observando poco a poco, recordando esos viejos tiempos y sonrío a pesar de que no terminó como le hubiera gustado, entonces dijo la pregunta que sabía que tenía que hacer, pero tenía miedo de saber la respuesta: - ¿Las has leído? - Susurró, deseando que no le escuchara, pero lamentablemente Alisson sí lo oyó. –Sí, ya las leí- Un silencio un tanto incómodo se instaló en el lugar, no sabían que decir, ni que hacer, pero tenían que cerrar esa puerta que ya tenía mucho tiempo abierta y necesitaba cerrarse.

-Yo-murmuró Alisson, normalmente sabía que decir o hacer, pero en este caso no tenía la menor idea y tampoco sabía por qué. –Lo siento-murmuró-quizás ya sea tarde para decirlo, no importa. Y, bueno, si vamos a ser sinceros, al principio deseé que fueras tú el que me enviara las notas. - Suspiró, quizás no tendría que haber dicho eso, Steven se inclinó a ella como si fuera a besarla, pero al instante se alejó, Alisson tenía novio y era su mejor amigo, no podía hacerles eso, a ninguno de los dos. Ella no hizo ningún movimiento y no dijo nada, quizás últimamente Marck estaba distante, se suponía que se casarían pronto, en eso habían estado hablando hace un tiempo, pero ahora ya no, sólo hablaban de vez en cuando, ella trataba de solucionarlo, pero parecía que él no quería, pero tampoco la terminaba y sin darse cuenta estaba logrando que su relación se enfriase de a poco.

Atte: Un chico que te observaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora