Amarme era como una enfermedad.
La mas letal y silenciosa.
Mis comentarios sarcásticos y mi boca inteligente, podían atraparte en una conversación como ninguna otra.
Y que decir de mis sonrisas, de mi mirada llena de amor y respeto hacía ti.
Que lastima que te intimidaste por el tamaño de mi personalidad y no pudiste manejarlo.
Por que cariño, te juro, que un amor como el mío, de esos que te arma y desarma, no hay por ahí.
Una vez que entre en tu sistema, ya no hay vuelta atrás.
-SAVF
