El dolor empieza a extenderse más y más a lo largo de mi garganta, como si metiesen pequeños pedazos de vidrio por tu boca, esperando para que llegue a tu corazón, esperando para se escuchen tus gemidos de dolor, y las lágrimas caigan, eso es lo que hacen las bromas de todos acerca de tu aspecto.
Escucho las risas a lo lejos, pero tambien puedo escuchar como mi respiracion se acelera, mi ritmo cardiaco aumenta, y todo me da vueltas.
El se sigue riendo.
Pero yo solo lo veo, ya no escucho su cruel carcajada, solo pienso
"Por favor, no te desmayes, vamos tu puedes"
"Respira"
Pero no estan sencillo, querida conciencia.
Asi que, dejo que me cubra, que me sostenga, esta oh bendita inconciencia.
Y me lleva con ella, la nada... me envuelve, me absorbe y... me protege.
La nada es la unica que se queda junto con Soledad.
Y entre las dos, me dan un poco de paz.
O dolor.
Lo primero que pase.