La Princesa Valentina y El Joven plebeyo

La condena

Al amanecer las dos personas durmientes abrazados, fueron despertados por unos fuertes gritos: "La encontramos" " La encontramos"
Entonces la primera vista del joven Chompiras al abrir sus ojos fué una espada apuntando en su cuello.
- ¡Pero que hacen!- gritó Valentina.
- Por órdenes del rey, al responsable de tu extravío será ejecutado - contestó un soldado.
- ¡Sueltenlo!
Los llevaron a los dos al castillo del rey, El Chompiras estaba con la cabeza baja pensando y la princesa Valentina llorando con una rabia y preguntadose: ¿por qué no la obedecen?
Llegaron al castillo, encerraron a la princesa apenas en su en su habitación ya que se movía y se retorcía al saber que El Chompiras sería condenado a la horca.
Se reunió todo el pueblo para ver la ceremonia de muerte, trajeron al Chompiras, siendo insultado y escupida por la muchedumbre del lugar, paso a paso se acercaba a su muerte, miraba de reojo a los pobladores hasta que subió las gradas y se puso la soga al cuello.
En la habitación de la princesa, se encontraba ella llorando a mares, desconsolada y gritando por ayuda.
¿Quieres salvarlo? Se oyó una voz tenebrosa, como la de un anciano susurrando.
- ¿¡Quién es!? - preguntó la princesa
- Te pregunté si quieres salvarlo.
- ¡Yo te pregunté que quien es!.
- Ay que mujer...- se oyó - al parecer quieres verlo muerto.
- No jamás quisiera eso, el me hace feliz.
- Entonces bebe esto - acercándose y mostrando su rostro entró a la habitación - si quieres salvarlo solo debes tomar esto.
- ¿!Quien eres!?, ¿Seguro que bebiendo esto lo salvaré?
- Te lo aseguro princesa... Sólo bebe.
En el pueblo todos gritan para que el rey dé la orden de ejecución.
- El reino te condena a ti joven marginado, plebeyo insolente, ladrón y secuestrador por todos tus pecados...
¡Mi rey! ¡Mi rey¡, Se oyó un grito.
- Mi rey... - se acercó un soldado.
- Que pasa soldado, no me debes interrumpir en estos momentos - dijo con enfado.
- Mi rey, su hija Valentina está muerta.