Entre El Bien Y El Mal ·Cornelio Vega jr·

Capitulo 18

Ainhoa PO-V
Por ahí del miércoles, Corne comenzó a organizar la fiesta, obviamente siendo Cornelio lo que pedí se volvería una pedota de media escuela, pero da igual, lo dejaré que sea feliz, lo único es que lo obligue a invitar a Thyron, la fiesta se pondrá buena, el viernes es mi cumpleaños, pero se festejará el sábado.
Llego el viernes, llegue a la escuela con normalidad, me senté en mi lugar a charlar con Thyron y a esperar a Cornelio, cuando por fin entró, una hora tarde, llegó con un ramo de flores, traía seis rosas rojas y un girasol para ser exactos, se acercó a mí, yo estaba bastante molesta, no entro a la primera clase y me enoja que no le importe en lo más mínimo la escuela, se que no la necesita y que no es algo que debería importarme, pero fuera de eso, me molestó que siempre llega a tiempo y justo en mi cumpleaños la caga, pero buen detalle de las flores, me relajo y no le dije nada, se acercó a mí y me beso, me entrego mis flores y me levanté a abrazarlo, nos sacaron fotos pero no las vi hasta que se me notifico que Corne había subido foto y subió una de ese momento y puso:
Feliz cumpleaños a mi morrita, ¡me encantas!
Me lleno de ternura, Cornelio no es de esos hombres cursis, de esos de flores, apodos como "princesa", "corazoncito", "osita", por lo menos no lo considero así, el es más de "morrita", "fierita" y está ves me sorprendió el detalle, ¡Vaya que ese chico sabe conquistar a las chicas! Justo dio en el clavo, las flores correctas, Cornelio, ¿Por qué nunca arruinas nada?.
Llego el receso, Cornelio siempre baja solo, hoy me decidí a acompañarlo, compramos un agua para las flores, las galletas de siempre y una coca, caminamos un poco, regresamos al salon, al entrar el pendejo de Bayron iba saliendo, ese miserable seguro iba a joderme, pero como no estábamos no le salió, tomamos las demás clases, algunos se acercaron a confirmar de mañana, y asi hasta salir, Corne me llevo a comer luego de la escuela, y también fuimos por algunas botellas aún que la mayoría de los que irán llevarán, pasamos parte del día juntos y me llevo a mi casa.
A la mañana siguiente me levanté con dos mensajes, ambos me sacaron una sonrisa aún sin leerlos, uno era de Corne, y el otro de Lía, abrí el de Cornelio

Cornelio.- ¡Fierita! Ya tengo todo listo ¡Me dices pa' que pase por ti!

Y el de Lía decia:

Lía.- ya estoy en el aeropuerto ¿Que esperas?

¡Lía está en Sonora! Me pare y vestí volando, llamé a Lía y le dije que me esperara, y aún vistiendome llame a Cornelio

Cornelio.- ¿bueno?
Ainhoa.- ¡Vega! ¿Me llevas al aeropuerto?
Cornelio.- ¿Al aeropuerto? ¿Para qué? Ainhoa.- llegó alguien muy especial, ¿Vienes?
Cornelio.- si, si, si, ya voy para tu casa ¡Caray! ¿Quien es?
Ainhoa.- mi mejor amiga
Cornelio.- dale pues, ya voy, no tardó, solo no te desesperes, morrita
Ainhoa.- gracias baby, te espero

Cuando mucho a los cinco minutos llego Cornelio, debio venir muy rápido, pero ahora me da igual, luego lo regaño, yo lo esperaba afuera, no le di chance ni de abrirme la puerta, manejo normal hacia el aeropuerto, yo quería que corriera pero el insistía en llegar vivos al aeropuerto, claro, ahora sí es prudente por  qué vengo yo, pensé, yo iba con una infinita emoción, llegó mi Lía, justo el día de la fiesta, entramos al aeropuerto, Cornelio se paró justo donde llegan los turistas a esperar a quien sea que venga por ellos, justo se paró Corne me baje, la buscaba con la mirada, pero ella no aparecía, en eso miré hacia un puesto y ahí estaba ella, corrí hasta ella y la abrace con emoción, me colgué de ella y cuando yo puse mis pies en el suelo ella se colgó de mi, nunca habíamos estado tanto tiempo separadas, y ahora sí que la extrañaba, el problema que habíamos tenido nos importo una mierda en ese momento y como si nada hubiera pasado nos saludamos, después de un rato nos soltamos, ya estaba Corne con nosotros, yo ni siquiera había notado que Lía venía con alguien, me di cuenta hasta que vi que el y Cornelio se miraban mal, Corne solo esperaba que dijera algo para golpearlo pero el chico no decía nada, Lía y yo para romper la tención comenzamos a presentarlos, me gire hacia Corne y palmeando su pecho dije: