Capítulo 12

2.7K 100 5
                                    

Ainhoa PO-V
Llegue a mi casa, un tanto emocionada por qué fue un gran dia, creo que le agrado a la familia, o eso espero, enserio espero eso,  pero a la ves me sentia bastante confundida por el cambio que da Cornelio al salir con sus papás, ¿Enserio dejó su amada camioneta  está ves?, Aún así mi duda más grande ¿Qué negocio? Toda la comida oí algo de un negocio pero no escuché bien y obviamente me dio pena preguntar, me intriga mucho el tema, ¿Será algo malo?.
La pasamos de lo mejor, en definitiva ese chico me gusta enserio

❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Paso la semana, Corne y yo ahora sí estábamos casi todo el día juntos, yo ya extrañaba a Lía pero quería que aprendiera que tampoco soy de trapo, la verdad que no logro que Thyron y Corne se lleven bien pero le hago a la lucha, este fin se armó un plan para salir un rato, está ves iríamos a cenar, el quería invitar a mi familia pero yo no accedí, no es momento.
Me puse un vestido rojo ajustado, muy lindo por cierto y unos tacones altos negros, así es, soy fan de los tacones y la ropa en si, salimos para la cena, iba su familia, a Cornelio le molesta que yo no quiera que conozca a mi familia, pero en realidad no es eso, son un tanto pesados y creo que Cornelio y yo no hemos formalizado tanto como para que el los aguante desde ahora con sus "¿De dónde sacaste a este chango?" Y "¿A poco si cantas bien?" Entre miles de cosas que se les ocurren al momento, sobre todo a mi hermano y tíos, no son precisamente los más amables y mucho menos los más sutiles así que así está bien.
Llegamos a un restaurante, Cornelio de nuevo me llevo en el camaro, es un carro muy lindo, pero ya extrañó la troca que no alcanzo, nos sentamos ambos en una mesa y esperamos a que llegarán, estábamos todos cenando cuando... Entró un grupo de personas armadas y justo en ese momento comenzaron a disparar a nuestra mesa, varios señores también armados salieron de otro lugar y comenzaron a disparar hacia quienes nos disparaban, creía que igual iban sobre nosotros hasta que vi a alguien que jamás me haría daño, alguien que me ama como nadie, mi papá.
Cornelio saco un arma que traía escondida entre el saco y el pantalón, seguro para que yo no la viera y aventaron a Ramón y Santi bajo la mesa, se disparaban entre ellos y mi papá cubrió a Cornelio para que pudiéramos irnos, solo el y yo salimos en ese momento, mi papá sabía que el me cuidaria, corrimos al auto, Corne traía una herida pequeña de bala, pero no me quería decir, comenzó a manejar a toda velocidad hacia quién sabe donde, yo estaba muy alterada ¿Qué mierda estaba pasando?
Por fin, luego de pensarlo mil veces le dije a Cornelio

Ainhoa.- ¿Qué mierda fue eso?

El claramente no contesto, ahora se a que se dedican, vaya, mi fetiche cumplido, andar con alguien de la mafia, pero eso no era importante, a todos les da miedo pero por mi mejor, lo sé, es raro., Pero me preocupaba más mi papá, por qué rayos no me dijo que trabajaba en eso, tiene tal cual el porte de un ¿Guarda espaldas? Y sabe manejar armas por lo mismo de que era militar o no sé que cosa en Cuba, así es, es cubano, aparte sabe artes marciales o algo así, se que estará bien pero no quita que me preocupe, ¿por qué Cornelio no me lo dijo?, ay Ainhoa que estúpida, como putas Cornelio va a saber qué es tu papá si tú evitas a toda costa presentarlos, en fin, el punto es que el se quedó en el lugar, Cornelio en un momento me pidió que apagará el celular y eso hice, yo estaba bastante estresada pero no le dije nada, el iba peor que yo, luego de avanzar aproximadamente una hora, ya íbamos en una especie de carretera, Cornelio paro el auto, así, como si nada se orillo y estacióno el auto, abrió la puerta y se bajó, azotó la puerta y como método de sacar su furia comenzó a golpear un muro, yo solo oía que se lamentaba de meterme en esto, lo dejé lastimarse un rato, se miraba tan molesto que me preocupaba que al acercarme se le escapara un golpe hacia mi, tiene mucha fuerza, de un golpe me tira  y deja mal, después baje del auto y con algo de valor me acerque a Cornelio, quien aun estaba golpeando el muro y lamentandose a gritos, lo despegue del muro como pude, y le grite

Ainhoa.- ¡Ya! ¡Maldita sea!, Cornelio, ya, deja de lastimarte y por una puta vez en tu vida y háblalo ¿!Te cuesta mucho lamentarte dentro del auto!? Acaso no te importa lo que yo quiero, gritas que te voy a dejar cuando ni siquiera me escuchas, ¡Por un demonio!

Cornelio me miro sacado de quisío, se que me quería golpear, quizá no lo hizo por qué soy yo, o no lo sé, me miraba a los ojos fijamente, los tenía inundados de agua, y de reojo yo mire sus manos, traía los nudillos hechos mierda, me sorprendió que no se rompiera algo, se subió furioso al carro y ahora sí comenzó a hablar

Cornelio.- ¡Maldita sea! ¡Soy un pendejo! ¿Cómo mierda creí que podría llevar una relación bien?, Yo quería algo normal, salir, besarnos, ir a fiestas, ¡No ponerla en riesgo! Pero claro, ahí va el pendejo de Jesús Cornelio Vega Luna a cagarla, ahora estoy en medio de un atentado, con una chica que seguro huirá de mi asustada y que aparte me trae bien pendejo, todo por qué soy un puto pendejo, si eso soy, si me quieres dejar está bien, vete a vivir una vida sin que te quieran matar, yo lo aceptaré, no es la primera ves que me pasa  y tampoco quiero que te mueras

Oh dios, ese chico partió mi corazón en mil pedazos al decir eso, ¿Yo por que abría de dejarlo? Así que antes de que volviera a empezar comenzé a hablar

Ainhoa.- a ver Cornelio, relájate un chingo y déjate de joterias conmigo, tú no eres un puto pendejo, más bien eres una chingoneria por qué me sacaste viva de ahí, gracias, pero ¿Enserio? ¿Tanto miedo te da que me maten? Por qué a mí no me da miedo que me disparen y por lógica menos que me apunten con una puta arma, cuando te toca aun que te quites y punto, es más, alguien como el pendejo que te rasgo ese brazo te toca y yo misma le apunto con el arma y le doy baje, pero quiero saber en este instante si tienes los putos huevos que se necesitan para seguir con esto, por qué si no adiós, dices que te mueres por mi, bien, ponte de nuevo los que se te acaban de caer y a darle pa' lante ¿Ok? Yo digo que seguimos juntos, yo no quiero perder mi maldita felicidad por un "negocio" que a  mí ni siquiera me da miedo pero tú decides, obviamente debo adaptarme pero una ves lo haga nos la navegaremos de lo mejor, pero si tú no quieres dilo y yo ahorita me regreso y desde ahorita como si no nos conocimos nunca.

Cornelio se quedó en shock, jamás espero que le hablaría así, pero enserio creo que debía bajarlo de su mundo y traerlo a la tierra ¿Cree que me da miedo? A mí nada me asusta, más bien me llama la atención el tema, creía que lo dejaría así tan fácil, pues no, es ahora cuando la morra que le gritó "pendejo" en un Oxxo afronte que se enamoró, soy una chica creo yo que con bastantes ovarios, y no perdería a alguien que se a vuelto tan importante por un negocio, no no lo haré.
Casi en cuanto termine de hablar, mire le el retrovisor, y había una camioneta negra que cabe mencionar estoy segura que vi fuera del restaurante antes de entrar y cuando salimos, al momento sabía que nos seguían, miré a Cornelio y con desesperación le dije

Ainhoa.-  nos están siguiendo, Cornelio

El miró por el retrovisor y comenzó a conducir mas rápido, y comenzó a dirigirme a mi

Cornelio.- Ainhoa, junto a ti ahí una caja casi invisible, búscala y cuando la encuentres abrela, ahí hay una pistola cargada, tú la vas a ocupar, si alguien se acerca y comienza a disparar no dudes en usarla, es de vida o muerte, te amo

Hice lo que me pidió y luego de tenerla en mis manos lo mire y dije

Ainhoa.- yo mas

El condujo hasta que los perdimos, y luego de horas paro en una casa sola, muy lejos de donde estábamos, parecía casa de seguridad o algo así, entramos apuntando el arma hasta asegurarnos que estaba sola, y ahí nos quedamos

Entre El Bien Y El Mal ·Cornelio Vega jr·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora