Capítulo 38 (Capitulo final)

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Cornelio PO-V
Me desperté temprano y con algo de preocupación, ya es lunes, baje rápido y desayunamos todos, mientras tanto le envié un mensaje a Ainhoa.

Cornelio.- ¡hey! Paso por ti en media hora, ya hoy es la entrega

Termine de desayunar y salí en la troca para casa de Ainhoa, me cambiaré ya con ella aquí, creo que verá unas cosas con mi papá.
Maneje hasta la puerta de su casa y la vi salir, traía puesto unos jeans negros ligeramente formales que se le miraban muy bien, traía una camiseta ajustada, con mangas y parches de bordados en blanco junto con unos tacones color amarillo de estileto, se miraba muy bien, estaba maquillada y traía sus uñas arregladas como siempre y el cabello bien cepillado, baje de la camioneta y le abrí la puerta, la recibí con un buen beso, subió a la camioneta y cerré la puerta, me dirigí a la puerta del conductor y subí de nuevo, comencé a conducir ahora para mí casa, Ainhoa y yo veníamos platicando de la entrega, irán muchos empleados, entre ellos su padre, jamas espero trabajar junto a él, menos en posición más jefe. Ella también se encontraba preopada por la entrega, será algo más difícil pero irá el jefe así que no me preocupo tanto, llegue a mi casa, estacione ahí y entramos, como siempre yo la tome de la mano, subimos hasta mi cuarto, me bañé rápido y salí con una toalla amarrada por la cadera, pase a mi vestidor y Ainhoa me siguió, ya saben, lista para bromear conmigo como yo siempre lo hago con ella.

Ainhoa.- eah, ¡Chiquito! ,Si te ando dando
Cornelio.- si ya te e dado ¿Qué no?- reí
Ainhoa.- shhhh, es nuestro secreto

Dijo colocando su dedo en mi boca en señal de silencio o de no lo digas, y me beso, comenzó a hacerlo muchas beses bajando por mi cuello y recorriendo mis hombros, así hasta que llegó a mi pecho, dejo una mordida pequeña y muy sexy que seguro dejo marca ahí, yo comenzaba a prenderme, tenía ganas de desvestirla en ese momento, pero ella interrumpió.

Ainhoa.- bueno, vístete que tenemos que ir presentables

Dijo como si de verdad no hubiera intentado calentarme y me dejó vestirme aún que no salio del vestidor, básicamente se detuvo a admirar mi desnudez cosa que ya no nos incómodaba, a mi no.
Tome unos boxers negros y me los puse arrojándole mi toalla en broma, ella solo se rió, tome mis jeans y me los puse, me puse unos zapatos ahí mismo y me puse a buscar una camisa, me puse una de una especie de flores en azul y verde, Ainhoa hablo para alargarme, vaya, ella y yo nos llevamos demasiado bien, y es coqueto que ella me encanta y yo a ella, además de que nos aceptamos como somos, sin fingir, sin engaños y sin juzgar.

Ainhoa.- ¿Cómo le hice pa' tener un novio tan guapo?
Cornelio.- ¿Y yo para tener una morra tan chingona?

Ambos soltamos una risa y nos besamos, para al fin escuchar el grito de Valentín anunciando que ya nos íbamos abriendo la puerta sin tocar como es su costumbre.

Valentín.- ¿On' tan? Ya nos va... ¿Interrumpo algo?
Cornelio.- wey, ¿neta no sabes tocar la pinche puerta? Ya, vámonos pues
Ainhoa.- ah pinche Valen, siempre interrumpes lo bonito
Valentín.- ah perdón, no se emputen

Nos salimos del cuarto burlandonos un poco de el y caminamos a la estancia, ya estaba ahí la amiga de Valentín, y el equipo que iría con nosotros por si acaso, terminamos de ponernos de acuerdo y cada quien se fue a su troca, íbamos Ainhoa y yo en la de hasta atrás como ya es costumbre, íbamos charlando y ella cargo las  dos armas que siempre estában en la camioneta y así conduje hasta el lugar, la ruta fue perfecta, no se nos apareció ningún inconveniente y eso me hizo sentir más que orgulloso de ella, yo sé que ella la hizo pero ni ella ni mi apá' me quieren ni me van a a decir.
Llegamos al lugar y bajamos todos del auto, pasó casi lo mismo que la anterior ocasión, simplemente  presentamos a Ainhoa y saludamos al comprador, nos pasó a su casa y Valentín y el equipo comenzaron a bajar todo el cargamento, revisaron las notas de el pedido y se aseguró de que todo estuviera perfecto y todo indicó que si, en esta ocasión comimos con ellos y al fin salimos de aquella mancion narco,era una casa preciosa enserio, de muchos pisos y amplio terreno, con un estilo muy moderno y mucho orden en el, con adornos y pinturas caras, básicamente perfecta, se ve que el es el jefe, es un buen socio de mi papá, pero mi papá no le invierte tanto a la casa, o más bien lo hace más discreto.
Volvimos a nuestras trocas y comenze a manejar cómodamente de vuelta a casa con mi reina.

Entre El Bien Y El Mal ·Cornelio Vega jr·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora