- ¡No puedo creer que este pasando! al fin vamos a conocer Reino Unido. ¡Esto es increíble!- Comento Pipper, mi nueva compañero de departamento por lo que resta del año. Estábamos yendo rumbo a Londres, Reino Unido. ¿Quién no soñó con viajar por Europa y conocer uno de los países más hermosos del continente? Estaría loca si dijera que nunca soñé con esto. Mirando hacia atrás veo a mis compañeros de la universidad, todos eufóricos por esto y no es de extrañar, para muchos de nosotros es nuestra primera vez afuera de Estados Unidos.
Londres era uno de mis países favoritos. Su cultura, clima, estructura y acento me encantaban. Cuando uno vive en una casa donde predomina el rock británico se termina enamorando de todo eso y también del queridísimo Mick Jagger. Era increíble que durante todo un año fuera a estar viviendo en este maravilloso continente y hermoso país, estaba claro que solo era por un viaje de estudios. Íbamos a estudiar el comportamiento de gente extranjera, más bien como se comportaban ellos con gente extranjera. Estaba en mi tercer año en la universidad de psicología, con 21 años de edad era una de los mejores estudiantes.
-Vamos a llegar a la hora del té.- Dijo Pipper con su intento de acento británico.
-Es apenas la 1:00 de la tarde. En Inglaterra el té se toma como a las 5:00.- Dije exhausta
- Pero llegaremos a esa hora ¿Verdad?
-No se ha que hora vamos a llegar.
-¿Qué hora es?
-Ya te lo he dicho, la 1:00 de la tarde.- La mire con cansancio.- Creo que vamos a llegar en aproximadamente una o dos horas.- Dije mirando mi reloj.
-Hay tiempo de sobra entonces.
-¿Tiempo para que?- Pregunte
-Para ver como nos vamos arreglar en el departamento.
-Esperemos a llegar, todavía no hemos aterrizado. Cuando lleguemos veremos como nos arreglaremos
-Quiero conocer a un sexy británico.- Dijo con sus ojos brillando
-Si mal no recuerdo, hay un novio esperándote en nuestro país
-Si, pero eso me impide que vaya de casería
-¿Lo vas a engañar?- Dije con preocupación, no era de mi importancia, me molestaba que la gente sea infiel, como no molestarme cuando a mi me había pasado. Tal vez el novio de Pipper no era un príncipe azul pero era su novio desde hace tres años y el la amaba o por lo menos eso demostraba.
-Las cosas con Elliot no están yendo bien, no quería que viajara.- Dijo en un tono triste
-¿Se pelearon?
-Un poco, hasta hace una semana no nos hablábamos.
-Ya se van arreglar, esta inseguro Pipper, y no es de extrañar. Su novia se va durante un año a otro país donde hay millones de chicos que van querer coquetear con ella. No es de extrañar que este celoso.
Si bien no la conocía del todo, era una gran compañera de estudios. Sabía lo que sentía por Elliot. Por lo que sabia de ellos, ella lucho por él. Están juntos desde el último año de la escuela secundaria y desde entonces nunca se han separado, hasta ahora. Era lógico que se sintiera amenazado
-No lo se Leen, esta desconfiando de mi
-¿Tu no lo harías si el viajara a otro país?
-Tal vez…
-Tendrías que ponerte un poco en su posición.
-Lo se, solo que…
-Solo que no lo estas y quieres disfrutar este viaje.- La interrumpí
-Jesús, a veces me das miedo. Me conoces muy bien
-Más o menos, llevo dos años siento tu compañera. Dame algo de crédito.- Le dije con una sonrisa en la cara. Pipper me miro con sus ojos color caramelo y no era algo loco pensar el en los celos de Elliot. Ella era hermosa, con su pelo largo que le llegaba a la cintura de un color castaño, piel bronceada y con su altura de 1,69. Era hermosa.
-¿Leane?.
-Mmm Hmmm
-Este año ¿Vas a hacer alguna travesura?
-¿Algo como que?- No me gustaba a donde se dirigía esta conversación, cada vez que Pipper me decía algo así no iban bien las cosas.
-Conocer a alguien por ejemplo, tener una aventura, enamorarte.
-¿De un británico?
-Si
-Olvídate
-¿Por qué? Desde que te conozco que no has estado en una relación o has tenido algo con algún chico, es tu oportunidad. Y que mejor manera de encontrar algo que en un país nuevo
-Ese es el problema Pipp
-No lo entiendo, explícate.
-Estamos en un país que no conocemos, no sabemos como va a resultar todo esto del viaje. No quiero tener la cabeza en las nubes por un chico que tal vez no vuelva a ver , tampoco desconcentrarme de mis estudios.- Me excuse, una pequeña mentira piadosa no le hace mal a nadie ¿No?- A parte, sabes lo que dicen de los británicos.
-¿Qué dicen de ellos? – Me dijo levantando una ceja
-Que son muy fríos y no necesito a alguien frío al lado mio
-Por supuesto, porque frío con frío no tiene química, ¿no?
-No es gracioso.
-No tiene que ser gracioso, solo te digo la verdad. Es hora que salgas de la armadura que armaste y conozcas a alguien. No puedes estar sola por el resto de tu vida, disfruta ser soltera y no tener que pensar en si engañas o no a otra persona
-¿A que punto quieres llegar?
-Lo que quiero decir es que a tus 21 años eres más aburrida que mi abuela y eso que ella tiene 70 años. Tiene más acción que tu, Leen
-Esta conversación termina acá, faltan algunas horas para llegar y lo que realmente quiero es descansar.
-Esta bien, solo te doy algunos consejos
-y te lo agradezco, pero sinceramente no quiero hablar de esto ahora. ¿Podemos discutirlo más tarde?
-Su tú dices...
Con el tema terminado mire por la ventanilla y deje que mi mente volara. No era algo a que le temía, deseaba mucho poder estar con una persona de nuevo pero no podía. No después de lo que viví con Scott. Era mayor el temor que tenia de volver a sufrir que no veía en un futuro cercano donde yo volviera a tener algo con algún hombre. Las heridas seguían abiertas a pesar que ya pasaron dos años de aquel entonces pero dolía, pensar en su engaño con ella, con mi mejor amiga, lastimaba. No podía volverme a abrir a una personas para que me volviera a herir.
Con la mente en el pasado y con las imágenes girando al rededor la mi mente, trate de descansar lo que más pude durante lo que restaba del viaje. Este año iba a ser frustrante, lo sabía pero ¿Qué podía esperar? Tenía apenas 21 años y no tenia una relación, estar en un nuevo país significaba una vida nueva durante todo un año. Era emocionante y a la vez aterrorizante. Daba miedo, lo sabia. También sabía que algo tenía que cambiar en mi, algo tenia que volver. ¿Cómo hacerlo cuando dos personas que amabas te traicionan? Los dos al mismo tiempo, no era justo para mi ni para nadie pero así era mi vida. Gracias a él era lo que soy hoy, una chica fría, sin sentimientos. Con temor a enamorarse o tener una aventura, no arriesgarse por miedo a sufrir.
- Gracias Scott, de verdad, muchas gracias.- pensé. No podía seguir con esto, no podía dejar que el pasado manejara mi vida pero así era, vivía y me alimentaba de él sin darle una oportunidad al presente y no pudiendo mirar hacia el futuro.
