Después de 1 año, volví a sentir esa mirada que me llenaba de gran nostalgia. Volví a ver esos ojos que cambiaba todo mi alrededor. Esos ojos que mostraban seguridad. Esos ojos que nunca se desviaron de su camino. Esos ojos que desde hace 3 años fue...
Recuerdo ese día de nuestra salida que te pregunté:
Güero, ¿Por qué no tienes fotos tuyas en tus redes sociales?
-Porque no soy bueno para las fotos, enana. Siento que no quedan bien.
Jajaja, ¿Y si alguien te la toma?
-Creo que sería lo mismo.
No necesariamente. Por ejemplo, si yo te tomara las fotos no te las tomaría tú sabiendo que te la estoy tomando. Te la tomaría distraído, porque las mejores fotos son las que uno no se espera.
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-Güera, tú sabes que las fotos no son lo mío. Sólo probablemente una persona que lo haga pueda ser diferente.
Debes intentarlo. Deja que alguien te tome una foto y te darás cuenta que las mejores fotos son las que no se esperan.
Todo era tan completo cuando hablaba con él.
Su humildad y sinceridad impactaban mi pensamiento.
Y su sencillez me mostraba lo tímido que era para las fotos o para cualquier cosa.
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Me acerqué a su oído y le dije: No importa si sale "mal" la foto para el mundo, lo importante es que salga "perfecta" para ti.
Nunca dejes que tu vida dependa de los comentarios de los demás, deja que tu vida dependa de lo que tú piensas.
Culminé depositando un beso en su mejilla y cerrando los ojos de nuevo.
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