31-julio El atardecer juntos

17 6 0
                                    

5:00pm

A eso de las 5pm nos fuimos a bañar para quitarnos todo ese cloro que teníamos de la piscina.

Cada cual se fue a un baño diferente y con mucha alegría nos dispusimos a cantar como locos retrazados como si nadie nos escuchara.

Mientras me daba la ducha, me preguntaba ¿cómo había terminado enamorada de él si eramos mejores amigos?

Terminé enamorándome del corazón más grande, de los sentimientos más sinceros, de los ojos verdes inexplicables, de su cara de niño que tenía.

Luego salí a arreglarme en la habitación, comencé a maquillarme un poco, solo lo básico.

Comencé a secarme el cabello y sentí una presencia detrás de mí, era él con su magnífica cara de ángel.

Su aroma impactaba mis fosas nasales, un olor tan dulce y tan embriagador.

A la vez se sentía el cariño de parte de los dos.

Me peiné y me mandaron a salir porque ya era el momento.

Ya se hacía más de noche y era momento de cantar Felíz Cumpleaños.

Celebrando mis 19 años como se debía, en familia.

Se veía tan hermoso sonriendo, esos ojos tan verdes y a la vez tomando un color intenso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se veía tan hermoso sonriendo, esos ojos tan verdes y a la vez tomando un color intenso. 

Mis familiares decidieron tomar la palabra y desearme unas palabras, me hiceron llorar. Tenía nostalgia, pero a la vez una alegría inmensa.

Luego de cantar cumpleaños, fui corriendo a la habitación a llorar.

No pasó ni un segundo, ya lo tenía frente a mí abrazándome, limpiado cada una de las lágrimas que caían por mis mejillas.

él: No me gusta que llores, hoy es tu cumpleaños y debes celebrarlos con una sonrisa, así que ve al baño, échate agua y sonríe, porque no todos los días se cumplen 19.

yo: Está bien.

Me dirigí al baño a echarme agua en la cara, pero me dio con más ganas de llorar.

Simplemente me limpié la cara y salí de nuevo hacía la habitación y ahí se encontraba él sentado en la cama.

Cuando me ve se levanta y me abraza de nuevo y me dice:

él: no llores, las princesas no lloran.

yo: Te quiero mucho, gracias por todo.

él: Yo más, no tienes nada que agradecer, para eso estamos siempre para apoyarnos juntos.

él: Yo más, no tienes nada que agradecer, para eso estamos siempre para apoyarnos juntos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todo estaba siendo tan único y especial, ese día. Tan magnífico.

Mi mente

Me fui a la terraza a tomar aire, a ver la hermosa naturaleza que me rodeaba y fijé mi mirada en ti cuando estabas sentado con mi papá viendo el juego. Te miraba y me preguntaba, ¿Cómo es que en tan poco tiempo nos volvimos tan cercanos? ¿Cómo tomaste dominio de mi corazón? Te observaba y decía en mi mente: "Tu sonrisa me enamoró, tus ojos provocaron un arcoiris de emociones en mí y tu corazón atrapó el mío.

Luego decidimos dar una vuelta y aprovechamos para botar la basura.

Ibamos caminando agarrados de mano, hablando con mi papá y mi hermana. Luego le dijimos que nosotros seguiríamos caminando.

Tomamos rumbo a unos bancos que se encontraban en la parte de recreación para niños frente al mar.

Comenzamos a jugar en los "sube y bajas", reíamos como niños.

Me tomaste entre tus brazos y me abrazaste, me alzaste repitiendo "Te quiero güera"

Cada segundo de ese día lo vivía al máximo.

Nos sentamos en los bancos, me abrazabas por la cintura mientras hablábamos.

Comenzaste a cucarme diciéndome:

El: No harás nada, no te atreves...

Yo: Déjame quieta...

El: No te atreves...

En menos de un minuto, tomé su rostro entre mis pequeñas manos y lo besé.

A través de ese beso, comenzaba a transmitir todos los sentimientos que tenía en ese momento.

Una ola de emociones corría por mi cuerpo sin parar.

Ese día era el mejor, no era ni como me lo imaginaba. Había sobrepasado mis expectativas.

Fueron muchas cosas bonitas, las que pasaron.


Luego de ese día... Las cosas cambiaron.













Tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora