La mente estaba segura, pero el corazón no

15 0 0
                                    


Era el momento de dejarte ir.

Decidí no escribirte más ya que sabía que ese corazón jamás sería correspondido.

Decidí no atarme a ti.

Entendí que era el momento de dejar que fueras feliz.

Sentía que estaba demás.

No podía reclamar por algo que no era mío.

Por más que trataba de no llorar, las lágrimas comenzaban a caer.

Detestaba eso, ser débil.

Detestaba que mis lágrimas me echaran al fondo del precipicio.

Me volvía un mar de llanto.

Soñaba que podías ser algo más que un amigo, pero no sucedió.

¿Porqué? Porque pensaba que no era lo suficiente para ti.

En todos mis sueños te encontrabas tú.

El chico de ojos verdes.

El dueño de mis sueños.

El autor de mis sonrisas.

Pero a pesar de todo, de recordar, ya era el momento de dejarte ir.

De dejar ir esto que estaba sintiendo y que fueras feliz.


Recordando...

"-No importando lo que pase, siempre estaremos el uno para el otro, aunque existan barreras.-"

Y esa fue la última lágrima que derramó.

Tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora