Contacto.

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2 meses habían pasado desde aquella salida al cine, habían vuelto a salir unas 3 o 4 veces en ese tiempo, eran muy buenos amigos, se tenían mucha confianza. Una tarde de
Junio, Leonel decidió llamar a Flavia para invitarla a su casa.

- Hola Leonel. Dijo susurrando.

- Hola, ¿cómo estás?.

- Bien, algo aburrida ¿tu?.

- También aburrido, he comprado unas películas y palomitas de maíz ¿no te gustaría venir a verlas?.

- Claro, me alisto y voy. Dijo entusiasmada.

- Está bien, te espero. Colgó y ordenó su casa, sus padres habían salido y regresarían al día siguiente. Estaba preparando las palomitas cuando sonó el timbre, fue y abrió la puerta, era Flavia, estaba hermosa como siempre, se saludaron dándose un beso en la mejilla, entraron y Flavia se sentó en el sofá frente a la televisión, ya había ido a la casa de Leonel un par de veces a hacer tareas. Leonel puso las palomitas en un bol grande y sacó dos latas de refresco de su nevera, fue al sofá y se sentó al costado de Flavia y puso el bol con palomitas en medio de ellos.

- Bien, ¿que película quieres ver?

- Algo de romance. Dijo ella sonrojada.

- Ehmmm, creo que tengo una de eso. Buscó y encontró un DVD, lo puso en el reproductor y se volvió a sentar, la película era muy típica e igual a todas, un galán que trata de conquistar a la bella dama pero en su camino se encuentra a 50 pretendientes y como por arte de magia el sale ganador, pero a Flavia parecía gustarle, y si ella estaba feliz, el también lo estaba. Un rato después y con el bol de palomitas a la mitad, se aprecia el beso entre los dos personajes en la película, Flavia se sonroja, Leonel la mira de reojo, piensa y cree que es un buen momento, desliza su mano por el sofá hasta encontrar la de ella, la coloca encima y la acaricia, Flavia no dice nada, gira su cabeza y mira fijamente a Leonel, se le acerca y cierra los ojos, El se inclina hacia ella, puede sentir la respiración algo agitada de Flavia, finalmente, tras unos segundos que parecían horas, siente sus labios juntarse con los de ella, ambos mueven sus labios buscando el calor del otro, las lenguas se juntan y se mueven al ritmo que ellos deciden, el bol de palomitas cae al suelo, no les importa, lo único que quieren es seguir ese magnífico gesto de amor, Leonel se acerca más y la abraza por la cintura, la atrae hacia él, Flavia le acaricia el cabello, ambos querían más, querían sentir más amor por parte del otro, quería llegar a la cumbre de su cariño, Flavia se separó.

- Necesito respirar. Dijo jadeando.

- Claro. Dijo Leonel mirando a otro lado.

Ambos se quedaron callados por unos 2 o 3 minutos, Leonel rompió el silencio.

- Entonces, ¿te gustó?. Flavia se sonrojó muchísimo.

- ¿De que hablas?

- Del beso, ¿que tal estuvo? ¿era lo que esperabas?

- Estuvo bien...

- A mi también me gustó.

- Será mejor que me vaya, debo hacer tareas para mañana. Solía decir eso cuando estaba demasiado avergonzada, Leonel sonrió.

- Está bien, te acompaño a la puerta. Se levantaron, Leonel fue primero y abrió la puerta. Entonces, ¿nos vemos mañana en la escuela?

- Claro, mañana nos vemos. Se le acercó y le dió un beso en la mejilla. Adiós.

- Adiós. Cerró la puerta y dió un salto de felicidad, apagó la televisión, pasó por encima de las palomitas y fue a ducharse, sentía mariposas en el estómago, al terminar, fue a su habitación, quería dormir para que amanezca rápido y ver a Flavia, lo único que quería era verla, verla sonreír, oírla reír, sentir sus abrazos, sus besos, su calor, parecía que empezaba a sentir algo más por ella, algo más que una amistad, se dió cuenta de eso en esa tarde de Junio, se dió cuenta de eso, cuando la besó.

Amor De Jóvenes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora