Solo Mio

Parte 3

Continua el Flashback

A la mañana siguiente, me desperté pensando que era una pesadilla pero al verlo frente a mí con una sonrisa, trago en seco.

-oh, ya despertaste- dijo para sentarse a lado mío de la cama, mire quedar estaba bañado y cambiado- Ven, hay que desayunar

Asentí para evitar hacerlo enojar, tendría que hacer todo lo que él quisiera para poder salir de aquí.

-Vamos, amor tienes que lavarte, hoy es un día pesado –Yo no respondí, solo me deje llevar

Intente levantarme, pero al tocar el suelo me caí, mis piernas no me respondían mi cuerpo estaba entumecido y me dolía la cadera a horrores, reprimí los gemidos de dolor pero las lágrimas se deslizaban por mis mejillas, él se agachó para cárgame como princesa y llevarme al baño que estaba a lado del armario.

– Fui un poco duro, te prometo que ya no será así es solo... que tú eres increíble y me moría por saber si ese tonto no te había tocado- dijo para besar mi frente - Quiero que sepas que te perdono, los castos besos que él te daba ya no me molestan porque solo yo fui el primero

Me metió a la tina mientras el salía del baño dejándome a solas, mire las marcas de la soga en mis muñecas, estaban moradas al igual que las marcas de mordidas en mi cuerpo, ya estando sólo en el baño, me permití llorar, yo sólo quiero irme de aquí, regresar con mi familia y con Kyo.

Me lave rápidamente para que Akihiko no entrara pero la puerta fue abierta por él y me levanto sacándome del baños, para llevarme hasta la cama, donde había ropa interior, una camiseta blanca con un estampado de una banda y un pantalón de mezclilla azul con unos pares de zapatillas.

-Amor cámbiate, partimos en veinte minutos- dijo dejándome en la cama para caminar hacia el baño y salir trayendo consigo unas pastillas- esto te hará alivianar el dolor

Asenti mientras me pasaba dos pastillas y me pasaba el jugo de naranja que había en una bandeja que suponía que era mi desayuno, me tomé las pastillas con el jugo, mientras que Akihiko me acercaba el desayuno, que era unas tostadas, unos huevos estrellado y unas cuantas verduras, Akihiko salió para dejarme a solas.

Pasaron los minutos cuando Akihiko había entrado de nuevo, yo ya estaba cambiado y desayunado, debía admitir que el desayuno fue delicioso, mire a mi secuestrador, era guapo incluso más guapo que Kyo, sus cabellos rubios platinados, sus hinoptizantes ojos amatista y piel pálida lo hacían el chico más deseado de toda la escuela pero no el mío.

-Listo, ya nos vamos- dijo para cargarme pero pocos a poco sentí sueño, me había drogado con pastillas para dormir

Cuando me desperté me encontraba en un sitio diferente a donde estábamos, el cuarto era más pequeño de donde antes había estado, era sencilla pero sin dejar de ser elegante mientras que me levantaba de la cama para caminar al balcón de donde se veía árboles y a lo lejos sin nadas, sólo escuchaba el sonido del viento y lo que podía ser un lago.

-Buenos días- dijo Akihiko entrando a la habitación

-¿Dónde estamos?-me atreví a preguntar

Akihiko camino hacia a mí para acariciar mi mejilla y depositar un beso en mi frente- suficientemente lejos de Japón, esto le pertenece a mis padres pero no lo conocen, sólo yo

- ¿Cuando me podré ir?- me atreví a preguntar nuevamente sabiendo la su respuesta

-Nunca- susurró en mi oído- esto será nuestra nueva vida juntos, aquí, está restringido toda forma de comunicación sólo sirve la televisión