El día de los churros
🌸Narra Ally🌸
Miré por la ventana. No hacía un mal día para ser invierno y eso me ponía de buen humor. Sin embargo, la clase de historia me estaba empezando a aburrir ya demasiado y solo esperaba a que sonase el timbre de una vez. Y como si mis deseos fuesen ordenes para el universo, justo entonces se escuchó el horrible sonido de la esperanza.
- Muy bien, chicos, ha sido una clase muy productiva. No olvidéis entregarme el lunes los ejercicios 29 y 30 bien redactados, la redacción es una de las cualidades más importantes a la hora de...
Rodé los ojos y miré a Cassie y Lis esperando a que recogieran sus cosas para salir de clase.
- Venga chicas, los churros nos esperan.
Hace poco abrieron cerca de nuestro instituto una churrería y obviamente nosotras no íbamos a perder la oportunidad de probarlos.
Y allí nos encontrábamos. En frente de la churrería. Mirando a la puerta. Sin hacer ningún movimiento.
- Bueno... ¿quién abre? - preguntó Cassie.
- ¡Yo no! - contestó apresuradamente Lis.
- ¿En serio chicas? Ya somos mayores para estas cosas.
- Entra tú entonces.
Fulminé a Lis con la mirada y me dispuse entrar cuando:
- ¿Qué hacéis, niñas? ¿Os vais a quedar todo el día ahí paradas o qué? Que luego hay que volver a clase.
Nos giramos las tres a la vez y vimos a nuestra profesora de informática intentando pasar hacia la churrería. Nos separamos abriéndole paso y cuando entró la seguimos cual patitos siguen a mamá pato.
- Muy bien chicas, estamos dentro - anunció Cassie - y ahora... ¿quién pide?
Suspiré: menudo grupo de amigas. Miré hacia los carteles para saber los precios cuando le vi.
Apareció en mi campo de visión el chico u hombre, porque vaya brazos, más guapo y sexy que existe en este mundo. Vamos, que ojalá ser la bandeja que sujetaba para estar entre sus brazos...
Un chasquido me sacó de mis pensamientos, miré a mis amigas que se estaban riendo de mí.
- Entonces... ¿pides tú? - preguntó Lis.
- ¿El qué? - pregunté un poco confusa.
- Los churros - contestó Cassie
- Pero al camarero también le puedes pedir el número - añadió Lis, divertida- solo si te interesa, claro.
Ellas se volvieron a reír mientras yo dirigía mi mirada al chico. Llevaba una camiseta negra con el logo de la churrería y le quedaba muy favorecedora: dejaba ver sus trabajados brazos, uno de ellos tatuado. Tenía el pelo oscuro en las raíces y rubio en las puntas y las facciones totalmente perfectas. Hasta entonces no sabía si creer en el amor a primera vista, pero ahora estaba completamente segura de que era real. Nuestras miradas se cruzaron y yo la aparté, avergonzada.
- Ay, amigas, que me ha mirado.
- Corre, ve y pide los churros: es el momento.
Asentí, debía ser fuerte. Me acerqué a él con mis amigas siguiéndome de cerca y cuando capté toda su atención me decidí a hablar:
- Yo... yo... quería... solo...
- ¿Sí? - dijo él, extrañado, con su voz profunda.
Yo solo te quería a ti, pensé. Pero me puse nerviosa y me salió:
- ¡Un churro!
- ¿Nada más?
- Con chocolate.
- ¿Y vosotras? - preguntó a mis amigas.
- Lo mismo - contestaron a la vez.
- Muy bien, id a sentaros que ahora mismo os lo llevo.
- Vamos, Ally - me dijo Cassie.
Suspiré, qué desastre.
Después de eso nos trajo lo que habíamos pedido, nos cobró, casi no hubo conversación, y nos dispusimos a comer.
-Está muy bueno, tenemos que venir a menudo - comentó Lis, su amor era la comida.
- Sí, yo también creo que deberíamos venir más - dije buscando al camarero con la mirada.
- Por supuesto - coincidió Cassie, luego miró a Lis - ¿No te da envidia? Yo no he encontrado por ningún sitio a algún chico que me llame la atención.
- Tranquila, yo tampoco Cassie. Ni ningún chico, ni ninguna chica. Siempre podremos quejarnos juntas.
Nos reímos y Cassie miró la hora.
- Amigas deberíamos irnos, está apunto de empezar la siguiente clase.
- Venga, Ally, pídele el número, ¿qué pierdes? - me animó Lis.
- La dignidad. Todavía es pronto, como vamos a volver puedo esperar algunos días, ¿no?
- Está bien, vámonos.
Estábamos a punto de salir cuando:
- ¿Ally? - preguntó el camarero

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Las chicas del churro
Romance¿Qué mejor que ir a comer churros con tus amigas? Encontrar al amor de tu vida mientras lo haces. Será una historia de amor muy dulce, pensaréis. Sí, yo creí lo mismo al principio, pero la vida no es un cuento de hadas. (O eso dicen). ...