➵¡Sal de aquí!

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Resumen: Lucy descubre a Cat con Kara en una escena muy poco profesional.

Nota: De acuerdo, esto no es nada explícito sólo un breve comentario y divertido en general. Por lo menos eso espero, gracias por leer.

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Lucy odiaba trabajar un domingo porque jodido infierno ella preferiría estar descansando en su esponjosa y suave cama; pero tenía que entregar los nuevos contratos para que Cat los firmará. Aunque no estaba en horarios y días de oficina a las dos les gustaba adelantar trabajo.

Secretamente las dos eran mejores amigas, podía ser un poco tonto no mostrar el cariño por la otra en la oficina pero ella sabía que la máscara de perra frívola de Cat caería y si eso sucedía ella estaría muerta; su amistad floreció desde los tiempos en metrópolis y fue reforzada aquí en ciudad nacional.

Una de las cosas que más las unió fue el placer de molestar a Lois, con comentarios sarcásticos y una que otra broma muy poco inocente. Aunque las tres darían la vida por la otra, no cambiaba el hecho de que adoraban sacarse los estribos.

Lucy caminó perezosamente arrastrando un poco los pies sobre el corredor, al llegar a la puerta del ático movió su mano para tapar un bostezo y tocó el tiembre, pasando algunos segundos y sin respuesta ella despertó un poco más, mataría a Cat si estaba durmiendo.

Una, dos y antes de la tercera notó como la perilla estaba doblada bruscamente, su corazón se disparó al instante y buscó su arma, podía ya no ser un militar pero nunca salía sin protección, empujó suavemente la puerta con su pie derecho y se adentró al ático.

La imagen que la recibió podía interpretarse de otra manera pero Lucy no estaba relajada para sacar diferentes escenas de como podrían estar volteados unos muebles y la mesa de vidrio rota; ella estaba en modo agente buscando los peores escenarios y ninguno lograba calmar el ritmo de su corazón, hasta que surgió un leve gemido de la habitación principal.

Lucy sacudió su cabeza, necesitaba concentrarse y seguir su camino a la habitación, tenía que estar preparada para cualquier situación que estuviera detrás de esa puerta, sólo rezaba porque su amiga estuviera viva. Al estar cada vez más cerca ella logró escuchar los pequeños gemidos y luego abrió la puerta.

—¡Santa mierda!—declaró, esto debía ser una maldita broma.

Cat estaba amarrada con telas elegantes de seda en su cama, sus mejillas tenían un color carmesí y sus ojos la miraban con diferentes emociones, pero lo que más la sorprendió —Bueno sólo un poco— fue la otra persona que se encontraba entre las piernas largas y blancas de su amiga con un arnés, esa persona era la dulce Kara.

—¡Lucy!—chilló la voz aguda de Kara.

Saliendo del estupor la morena guardó su arma y su cara se iluminó como un árbol de navidad.

—¡Lo sabía!—apuntó su dedo hacía las mujeres que estaban en esa incómoda posición.

Cat la miró incrédula.

—Lane, sal de aquí—exigió con la voz peligrosamente baja, era la advertencia que hacía correr a muchos empleados, pero a una militar y que la conocía por supuesto, no servía de mucho.

—¡Joder, lo sabía, los chicos morirán por esto!—siguió hablando enérgicamente y divertida, esto era una joya, el más dulce premio.

Los ojos de Kara se agrandaron y rogó.

—Lucy, sal de aquí ahora por favor.

—No lo creo, pequeña Danvers, ustedes...

La voz de Cat la interrumpió.

—¡Por el amor de Dios, le diremos a los chicos que ganaste, pero largo de aquí!—enfatizó moviendo dificultosamente sus manos.

—Por supuesto que sabían de la apuesta —dijo divertida. Moviéndose hacia la puerta y antes de salir volvió hablar con una sonrisa—. Me agrada hacer tratos con ustedes chicas y estoy muy feliz.

Lucy se pateo mentalmente, esto no era una escena de secuestro fue una mañana muy buena de sexo y después ella castigará a sus amigas por ser tan descuidadas pero por ahora sólo podía sonreír al imaginar las caras de los chicos y su jefe al saber que todo su dinero sería de ella, por no mencionar el tesoro de las galletas que Eliza le hacía a Alex.

¡Adoraba los domingos!

Héroe de una ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora