IV

27 6 4
                                    

   "No siempre puedes dejarte llevar por tu corazón"

— Jimin basta. Es mejor irnos a casa.
—Esta bien te acompaño.
—Cómo quieras.

El camino a casa fue callado ninguno hablaba, solo híbamos sumergidos en nuestros pensamientos y agradecía eso. Aunque pensaba que sería incómodo no lo sentía así.

Una suave brisa nos acariciaba mientras caminábamos a paso relajado. De pronto comencé a reír como tonta. De donde había sacado fuerzas para desistir por algo que daría mi vida. Desde pequeña he suspirado por él. Siempre mirando su espalda. Y ahora me debatía entre alejarme o seguir con lo que tenía en mente con el riesgo de que nunca sucediera.

—De que te ríes niña.
—De mi, niño. 
—Y, ¿Por que?
—Por que soy una tonta.
— ¿Por que dices eso?
— Ya pareces niño chiquito, no te diré Jimin, no quiero. Y no me preguntes por que no lo entenderías. Solo déjalo así. Por favor.

Su rostro expresaba mucha confusión pero no le podía decir lo que estaba pensándo. Como le hiba a decir que quería que me amara hasta poderme leer el pensamiento. Hace tres días recibí un mensaje para salir con un chico, pero lo rechacé y todo por Park Jimin. Hubiera deseado poder decirle que si, pero no puedo.

— Ingrid.

Tun, tun, mi corazón se brincó un latido al escucharlo llamarme así. Si tan sólo recordaras.

— Mnm. -Trate de actuar lo más normal posible.
— Porqué no mejor vamos a algún lugar.  
— ¿Como cual?
— No lo sé. Tienes alguno en mente?
— Mnm. Si hay uno.
— ¿Y cuál es?
— Mnm, yo te llevo. Confía en mi. Sólo que debes darme permiso.
— ¿Permiso? ¿Para que?- su ceño se frunció y una sonrisa se posó en sus labios viéndose extremadamente lindo. -quisiera pellizcar sus mejillas-
— Para tomar tu mano y guiarte al lugar. No esta muy lejos de aquí.
— Asintió con su cabeza de manera dulce y me sonrió haciendo desaparecer sus ojos. Tomé su mano y sentí que dejaría de respirar mientras sentía su mano entrelazada con la mía y su mirada reconfortante.

Y en ese momento lo supe;
Enamoría a Jimin.
Quiero amarlo y que me ame de la misma manera, quiero estar con él.

Caminamos hasta un parque que estaba cerca en donde se llevaría a cabo una feria de diferentes cosas, bajo la temática de la primavera. 

— ¡Chan! ¿Te gusta?-ojalá que si-
— En realidad nunca había venido a una de estas.
— ¡Hol! ¡Deabak! ¿Nunca? ¿Enserio?
— Enserio, nunca.
— ¡Que emoción! ¡Ven!

Agarré de la mano a Jimin para llevarlo por todos lados. Me emociona venir con él por que esto está más bien hecho para parejas y el nunca ha venido.

— Ajumoni denos ttoboki para dos. Gracias. Toma, te aseguro que es el mejor.
— Pero que bonita pareja hacen. Tomen esta galleta es para compartirla. Tomen, tómenla.
— Si hacemos una linda pareja ajumoni. Gracias, esta muy rico todo.
—Pero...

Mo.ri.

— Jimin...
— ¿Que?
— Eh...nada, nada.
— ¡Oh! ¿Qué es eso?
— Es un juego japonés. No puedes dejar caer el globo. ¿Quieres intentarlo?
—Si vamos.
— Ajussi él quiere intentarlo.
— Venga acá joven. Debes sostenerla con fuerza con tus manos y no lo puedes hacer ni muy rápido ni muy lento porque si no el globo se caerá. El juego consiste en sacar el globo que está lleno de agua a la superficie de la mini piscina sin que se suelte de la caña. ¿Listo?
— Listo. 1,2,3.
— Y, y, ahhh.
— Déjeme intentarlo de nuevo.

Verlo así me daba mucha ternura. Realmente lo estaba disfrutando y eso me aliviaba después de el día que hemos tenido. 

—¡¡¡¡¡Siiiiii!!!!! Lo logré.
— Wao. Yo nunca lo había logrado.
— Creo que el premio le gustará a tu chica. Toma.
— ¡Wah! Que linda esta esta pulsera. Tiene muchas flores es hermosa. Gracias.
— Muchas gracias ajussi.

Llegar al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora