Capitulo 6: Una buena mañana

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Después de una larga noche, siendo atormentados por esas pesadillas, pero después haber logrado hablar sobre ellas al respecto, y finalmente conciliar el sueño, ambos jóvenes pudieron descansar. Siendo Shun el primero en despertar por la mañana.

— Vaya. Aún sigue dormido...- Pensó para sí mismo el peli-verde.- Debe tener esa pesadilla muy seguido...

El nipón decidió levantarse de la cama en silencio, e ir directo a la cocina para poder preparar algo de desayunar. Pensando que era mejor dejar descansar al anfitrión.

Pasados unos minutos, Hyoga comenzó a despertar, llevándose la sorpresa de no ver al chico de orbes esmeraldas a su lado, preguntándose dónde estaría. Pero entonces un dulce aroma, como a panqueques de vainilla recién hechos, se hizo presente, acariciando su nariz.

Movido por la curiosidad, se levantó de la cama para ir a investigar, siguiendo el olor, y llegó hasta la cocina, donde se encontró con su invitado.

— Buenos días, veo que ya despertaste.- Lo saludó el peli-verde con una bella sonrisa en el rostro.

— Buenos días.- Respondió con un suave bostezo el rubio.

— ¿Quieres desayunar?

— ¿Tú preparaste todo esto sólo?

— Sí.- Asintió con una sonrisa el menor.- ¿Por qué lo preguntas?

— Por nada.- Rió levemente el mayor.- Es solo que... Normalmente siempre que intento cocinar, no resulta muy bien. Terminaría incendiando la cocina de no ser por la alarma de incendios.

— Sí... Había un poco de desorden, pero nada a lo que no esté acostumbrado.- Rió de igual forma Shun.- Fue fácil limpiar en realidad.

— ¡¿Fácil?!- Exclamó el rubio con sorpresa.- Para mí es un auténtico milagro encontrar un tenedor ahí.

Shun no pudo evitar soltar una risa algo fuerte, tan lejos de la realidad no estaba.

— Bueno, admito que estaba un poco... Descuidada.- Asintió una vez que consiguió calmar su risa.- Pero nada que no se pueda solucionar en una hora.

— ¿Solo una hora?

— Así es. Más los veinte minutos que me tomó preparar el desayuno.

— Debes estar bromeando.

Shun negó, sin borrar la suave sonrisa en sus labios.

— ¿Cómo lo lograste?

— Digamos que trabajar en un restaurante implica saber realizar ciertas cosas.

— Creo que me caería bien aprender esas cosas.

— Con gusto te enseño.- Ofreció el más joven.- Es muy fácil en realidad.

— Para mi no.

— No importa. El desayuno ya está listo de todos modos.- Sonrió Shun.- Solo sientate y come. Supongo que tendrás que trabajar hoy, necesitarás energía.

— En realidad no. Hoy tengo el día libre... Aunque, "libre", es solo un decir.

— ¿Ah, sí?, ¿por que?

— No tengo que ir a la agencia ni a un set a trabajar, pero tengo que hacer un montón de tareas y proyectos de la escuela, y estudiar para los malditos examenes.

— Ya veo. Supongo que es cierto que el último año antes de la universidad es el más difícil. Yo también tengo el día libre, pero también tengo que arreglar algunos asuntos pendientes.

— ¿Qué asuntos?

Shun pareció dudar un poco, y debatirse por unos segundos si responder o no. Pero finalmente lo hizo.

Tu me cambiaste la vida. [Hyoga x Shun] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora