VULCANO
Había ciertas ventajas de estar en el cuerpo de Spock, que Jim definitivamente empezaba a notar. Por un lado, el cuerpo de Spock era más fuerte, tenía mejores sentidos, y era súper caliente, literal y figurativamente. A pesar que los vulcanos no sudaban o parecían no tener algunos de los inconvenientes que los humanos tenían después de realizar alguna labor, como los músculos adoloridos, Jim trataba de ducharse todos los días.
Por supuesto, eso era sólo por la higiene. Nunca hizo nada inapropiado en el cuerpo de Spock, por mucho que quisiera. Era raro, al principio, no le importaba, pero cuanto más llegaba a conocer a Spock, más extraño se sentía al respecto. Y ahora que estaba seguro de que Spock no le estaba haciendo nada a su cuerpo, así que iba a extender ese mismo respeto.
Había también algunas cosas ligeramente frustrantes acerca de estar en el cuerpo de Spock que Jim definitivamente no estaba acostumbrado. La fuerza podría salírsele de las manos, por lo que siempre tenía que tener mucho cuidado al cerrar las puertas y levantar cosas. La audición sensible también era molesta cuando podía oír casi todo lo que la novia de Spock susurraba acerca de él en la escuela, como si no fuera lo suficientemente malo como para tener que oírlo en su cabeza también. Spock le dijo que meditara si quería mantener a T'Pring fuera, pero nunca estaba seguro de que lo estuviera haciendo bien.
Lo último de la vida de Spock, que era tan diferente a la de Jim, no porque fuera lo más molesto, sino que también lo hacía sentirse más culpable por estar molesto, eran los padres de Spock. Como Spock tenía ambos padres, y ambos lo amaban, era casi imposible evitar hablar con ellos.
Era como cada mañana que tenía que hablar con la madre de Spock mientras desayunaba, y casi todas las noches hablaba con el padre de Spock mientras jugaban al ajedrez. El padre de Spock parecía sorprendido que su hijo pudiera vencerle, así que Jim inventó una excusa para practicar. Eso parecía ser suficiente.
Lo peor era el hecho de que querían saber a dónde iba cada vez que salía de la casa. Jim estaba tan acostumbrado a salir y volver cuando quería, así que la simple preocupación que ellos sentían le gustaba porque ambos estaban vigilándolo.
- "¿Adónde vas?" preguntó la madre de Spock mientras Jim intentaba escabullirse por las escaleras temprano una mañana después de despertarse en el cuerpo de Spock. Era sábado, la primera vez que había estado en el cuerpo de Spock en un fin de semana, y definitivamente quería aprovecharlo.
- "Voy a salir..." Dijo, escogiendo cuidadosamente sus palabras. Una de las muchas cosas buenas de estar en contacto constante con Spock, era que estaba aprendiendo los patrones de habla de Spock para mantener mejor la charada.
- "Está bien." Ella entró en la cocina y abrió la nevera. –"¿Quieres llevarte algo para desayunar?"
- "No, gracias." Se dirigió hacia la puerta una vez más.
- "Spock." Su padre apareció en la puerta de la sala de estar y Jim gimió internamente. –"¿Vas a salir?"
- "Sí..."
Llévate esto contigo. Tiene quinientos créditos, aunque debería ahorrar algo en caso de una emergencia. –"Le entregó a Jim un chip de crédito, y Jim trató de no asustarse cuando lo tomó. Esto era más dinero de lo que recordaba haber tenido en un momento de su vida entera, ¡y se lo estaban dando!
- "Oh, y tendrás tu teléfono contigo, ¿verdad?" Preguntó su madre. –"Llámanos si necesitas algo."
- "S...sí lo haré" Jim seguiría tratando de no asustarse mientras ponía el chip de crédito en el bolsillo con el teléfono de Spock y salía disparado por la puerta.

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Sincronia
FanfictionJim Kirk y Spock son dos adolescentes que viven vidas separadas en planetas separados. Cuando un día empiezan a cambiar periódicamente de cuerpos. Ellos deberán aprender a ajustar sus vidas en torno al constante cambio. Ellos se acercan cada vez más...