Ding Dong

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Esperaba debajó de un árbol, mirando el cielo sin un solo tono azul por las nubes a punto de llorar,  que lo cubrían y se distinguia una calida luz de tarde, así es , el sol me saludaba, solo le dedique una pequeña sonrisa y pregunté:

-¿Por que hoy te fuiste tan rápido? O, ¿Es que las nubes no se llevan bien contigo? o tal vez ¿no quieres verme?

Entonces sentí una fría gota en mi palido rostro, y poco a poco las nubes no soportaron más su dolor y comenzarón a llorar, sus lagrimas realmente me conmovieron, tal vez me comprenden .
En momentos en los que ya no se soportan los sentimientos  simplemente comienzan  a caer gotas de agua salada por mis ojos hasta llegar a mis mejillas.

Me despedí del  sol y de nuevo volvi a mi hogar de noche, para despedirme de la luna.

Garabatos con sentido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora