¡Es su hija!

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La mirada de Fury paso de la niña que ahora se encontraba sentada a su frente a los documentos que leía se quedó un momento con el ojo clavado en algunas partes de aquellos papales que estaban subrayados se froto el ojo y volvió la vista a la niña quien no se movía parecía absorta con sus enormes ojos azules puestos en Fury. Llevaba la melena roja rizada bastante revuelta, a pesar de estar algo deshidratada su piel blanca tenía el color rosado en el área de sus mejillas, su ropa una especie de pijama de hospital de color negro y rojo le quedaba bastante grande, sus tenis de goma rojos estaban gastados y tenía una leve herida en el labio inferior del cual salía una diminuta pisca de sangra la cual ella lamio.

Nick se puso de pie y eso hizo que la niña tomata una posición de temor la cual Fury logro controlar se acercó de modo lento a ella, noto como su pequeño y frágil cuerpo se tensó más, sus ojos azules perdieron el leve brillo que antes habían llegado a tener.

—¿Cuántos años tienes? — el documento que minutos atrás sostenía lo decía claramente, la pequeña con dedos temblorosos hizo el numero 8. —¡Muy bien! — Fury le sonrió la perplejidad asustadiza se fue disolviendo y ella le brindo una media sonrisa. —¿Sabes cómo te llamas? —no respondió era comprensible según el expediente llevaba 8 años encerrada en 4 paredes siendo víctima de experimentos le sorprendía bastante lo serena que se encontraba.

—¡Señor! — Hill llamo la atención de los ahí presentes. —El equipo del laboratorio ya está listo para extraer la muestra.

Fury giro la mirada y dudo si ponerla en un laboratorio era una buena idea. —Conseguiré la muestra de otro modo.

Hill arrugo el entre cejo. —¿Está seguro?

—Tráele algo de beber— ordeno a lo que María asintió con la cabeza marchándose y segundos después regreso con un jugo. Nick lo deslizo por la mesa en dirección a la niña quien dudo, pero al fin cogió el vaso bebiendo el líquido de forma apurada. Miro a los dos ahí presentes e hizo una señal de querer más. —Toma la muestra de saliva del vaso, llévala al laboratorio y que la procesen lo más pronto posible.

—Si señor— Hill se retiró en dirección al laboratorio dando las ordenes que ella había recibido, regreso minutos después con otro jugo y se marchó.

—¿Sabes cómo llegaste al sitio donde te han encontrado?

Ella no hizo ningún gesto, se limitó a quedarse senada sin moverse. Fury se rasco la nunca esto sería difícil necesitaba que ella cooperara, pero al parecer estaba lejos de hacerlo.

—Necesito que hables conmigo te prometo que aquí no vamos a hacerte daño ahora estás a salvo, lo prometo.

La niña negó con la cabeza.

—Te puedo asegurar que así va ser. Necesito que me digas lo que sea que recuerdes sino puedes decirme entonces escríbelo— cogió un cuaderno. —¿Sabes escribir?

Ella asintió, pero no cogió el lápiz.

—Lo que sea— insistió Fury, pero no hubo reacción alguna.

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—Señor son los resultados— María tendió el sobre.

Los dedos de Fury lo abrieron se tomó un momento en analizar lo que ahí contenía ver el 99.99% de coincidencia lo hizo suspirar, observo a la niña quien no se había movido de aquella silla en ningún momento de la media hora que llevaban ahí.

Natalie Rogers Romanoff🎀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora