El gato junto a tu almohada

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Quisiera ser un gato

para ronronear en tu oído

hasta que te quedes dormida,

lamer tus manos

hasta que tus heridas dejen de sangrar;

dormir sobre tus penas para que sientas mi calor

y así sepas que no estarás sola

nunca más.


Quisiera ser un gato

para llenar de pelos tu vacío corazón

y así puedas volver a sentir,

rasguñar las puertas que se cierran sobre ti

hasta que las puedas atravesar todas;

maullarle a los demonios 

que intentan alojarse en tu cabeza

para hacer un picnic con tu tristeza.


Quisiera ser un gato,

un salvaje ángel guardián

a tu disposición;

hoy, 

ahora y

siempre para protegerte.



Escritos de una noche sin lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora