Escritos de una noche sin luna

Tengo miedo

Aun tengo miedo,
aunque no vivamos en la misma casa,
en la misma cuadra,
en el mismo barrio;
tengo miedo de que abras mi puerta,
entres a mi habitación
y te rías de mí.
Otra vez.
Y tengo miedo de lo que pueda pasar si ya no rio contigo.

Porque esto duele.
Quema.
Intento olvidarlo.
Perdonarte.
Entender que lo pasado es solo eso:
un pasado doloroso,
pero cómo hacerlo si aun pican las heridas.

No puedo.
El miedo sigue ahí,
golpeando mi cabeza,
inundando mis ojos,
apretujando mi corazón.

Las lágrimas intentan limpiar mi alma,
sin embargo el dolor se hace más profundo,
se vuelve más difícil llenar el pozo.

Quiero que tu recuerdo me deje en paz,
que tu risa se vuelva cenizas
y que el viento se las lleve lejos.
Quiero que cada vez que mire hacia atrás no estés,
que no estén.

Aun duele.
Aun tengo miedo.
Déjenme en paz,
por favor.

Estoy harta de los recuerdos,
de ustedes,
de temer por su regreso,
de temer que vuelva a aceptarlos en mi vida
y todo vuelva a ser como antes.

Temo tener más miedo.