capitulo 6

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Mierda, nunca pensé que se me complicaría tanto la vida.

       Es solo una niña, como es que yo, unos de los detectives más caros, uno de los mejores, no ha podido encontrarla Samantha, Samantha, ¿donde mierda estás?

Hasta el momento solo encontré sus papeles, la muy inteligente ( nótese mi sarcasmo).

Los dejo tirados, en el aeropuerto número 4 de aquella lista que encontré en su cuarto,  luego de revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad,  de cada aeropuerto descubri que atravesó todo estados unidos, hasta Illinois Donde se quedó unas semanas para luego moverse a California con obvios planes de abandonar el país.

Estuve esperando información de mis contactos,  revisando cada cámara, cada vuelo,  pagando a tripulantes, todo estaba gestionado para el momento que ella decidiera salir del país, cada que encontraba una pista me topaba con un callejón sin salida, Samantha estaba jugando un juego y yo era el ratón que se movia en el laberinto que ella modificaba a su antojó

Ahora me encuentro caminando en las calles de España he tenido algunas pistas de su paradero, pero solo son eso, pistas, me siento como si estuviera detrás de la estela de espuma, de un barco que ya ha desaparecido.

He creado una obsesión con esta chica y no descansaré hasta encontrar a la niñata  y recuperar mi orgullo, que se ha visto afectado gracias a una persona que ha sabido jugar sus cartas

Pero  esto no será por mucho tiempo.

Me encontraba en el coche estacionado a unos pasos de la entrada al aeropuerto cuando la vi
una chica alta, con el pelo casi tocándole los hombros,
Por lo entendido se lo habia cortado.

la luz de la tarde le daba de lleno en sus ojos, negros,  nada parecidos a los de las  miles de fotos que tengo en referencia.

Usaba cubre bocas, sueter de talla ancha y un pantalon de mezclilla en pleno verano, aun con el pelo corto, lentes de contacto y aquel sueter gigante fue obvio para mi de quien se trataba.

No había duda.

La tenía.

Simplemente SamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora