Parte 2

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El santuario era un importante centro de convenciones, contaba con un complejo turístico y empresarial, para satisfacer todas las necesidades para tales fines pertenecía a Luke Garroway, y uno de los bungalow con piscina, estaba siendo utilizado por Magnus Bane, diseñador de modas, tenía una fiesta privada, su modelo principal Izzy, se graduaba de diseñadora de modas y él quería festejarla.

Solo llevaban pocos meses de conocerse pero se convirtieron en grandes amigos, y como la especialidad de Izzy era los vestido de baño decidió hacer una barbacoa, junto a la piscina.

Magnus no evito gritar cuando llego la invitada de honor acompañada de sus hermanos Jace y su esposa Clary y Alec por quien Magnus se sentía profundamente atraído.

Saludo eufóricamente a todos abrazando y besando, invitándolos a pasar, al final del grupo, de espalda estaba Alec, concentrado en su teléfono, mantenía una conversación con Simon, insistiéndole que si lo necesitaba lo llamara, que iría de inmediato, que lo volvería a llamar, y que antes de una hora estaría fuera de este lugar.

Al terminar la llamada y girar encontró los orbes verde dorado del beta moreno, mirándolo coquetamente.

El tiempo se detuvo y la energía vibro entre ellos, una sonrisa se dibujó en el rostro de Alec, Magnus lo tomo de la mano y lo guio hasta la piscina, invitándolo a entrar con él, los ojos de Alec se dilataron al observar a Magnus quitarse la camisa y quedarse en un vestido de baño de cintura baja, muy revelador, el escultural cuerpo bien trabajado, grácilmente ingreso a la piscina, en un clavado perfecto, nado hacia el otro lado, los ojos azules lo siguieron mientras caminaba, lo vieron emerger y apoyarse contra el borde, Alec se inclinó quedando muy cerca del rostro del moreno, para susurrar en su oído, que la condición en la que se encontraba gracias a su hermoso cuerpo no podría ser mostrada en público.

Magnus salió y se colocó una toalla alrededor de la cintura, y se dirigió a la entrada del bungalow, sin mirar atrás, confiaba que Alec lo siguiera.

Segundos eternos solo impacientaban más a Magnus, no tenía el traje de baño y estaba en una bata de seda en la habitación reservada, miraba a la fiesta a través del gran ventanal, pensaba confundido, el chico no entendió su indirecta, o era cuidadoso, era un alfa y talvez solo talvez estaba emparejado, empezaba a entristecerse cuando dos manos lo tomaron por la parte de atrás y le arrancaron la bata, el ser observados desde afuera ni siquiera le importaba, a Magnus no le molestaba dar un buen espectáculos, pero Alec sabía que las habitaciones tenían ventanas especiales que no permitía ver el interior.

Cuando Alec se apoyó totalmente contra su espalda, Magnus se apoyó contra el vidrio con sus manos para sostenerse, dándole libre acceso a los brazos de Alec que se deslizaron hacia el frente, con una mano tomo el cuello giro la cabeza para besar y morder el cuello, mientras su otra mano viajaba de la tetilla al falo y de vuelta, luego de apretar ligeramente, y acaricia las morenas nalgas con su propio falo.

¿En qué momento se había desnudado?, lo averiguaría después. Alec giro a Magnus, lo apoyo contra el ventanal, y tomo sus labios entre su boca, nunca en la vida Alec probaría ese almíbar en ningunos otros labios, siempre pensó que ningún omega era para él, y ahora lo comprobaba Magnus, un beta, era el dueño de todos los sentidos y lo tomaría para él.

Descendió por el cuello, y con prisa beso, mordió, marco el moreno cuerpo, para arrodillarse frente a él, y tomar el falo entre su boca y lamerlo mientras los gemidos de Magnus, inundando la alcoba, por momentos competían con la música de afuera, pronto obtuvo su compensación, mientras llegaba en su boca.

Los ojos verde dorado se cerraron, estaba satisfecho.

El joven ojiazul, lo abrazo mientras continuaba besando y la erección que se apoyaba en su miembro le hizo vibrar, Alec sujeto a Magnus con los brazos por la cadera justo en sus nalga, y lo alzo para llevarlo a la cama, lo deposito suavemente y flexiono sus rodillas para tocar el pecho de dios en la cama, sujetándolo por los muslos, empezó a lamer su entrada nuevamente se ponía erecto, los gemidos del artistas no se hicieron esperar mientras el alfa impregnaba su olor en todo ese hermoso cuerpo.

Un timbre molestaba insistentemente, el alfa lo ignoro, pero a los pocos minutos cuando se disponía a penetrar al beta, recordó mientras gritaba, mierda, mierda... Simon... nuestro omega... bebes...

Corrió por toda la habitación vistiéndose, y buscando el celular.

-"debo irme pero no te desharás de mí, eres mío y te hare mío"- aseguro mientras mordía el cuello a Magnus, como despedida y corría por el pasillo gritando Izzy.

Magnus se quedó desconcertado, y masajeo su cuello, unas gotas de sangre le mancharon las palmas, un alfa lo había reclamado y ni siquiera era un omega, estaba feliz

Raphael estaba en blanco, constantemente sus sentidos eran invadidos con el recuerdo de aquel olor, no estaba seguro pero debía pertenecer a Simon Lewis, el omega embarazado, no entendía cómo podía ser eso posible pero trataba de alejarlo de su mente, lo saco de sus pensamientos.

Magnus entrando a la oficina lo trajo de vuelta.

Lo había visto en una barbacoa hacía ya tres semanas y hoy volvía a aparecer, hermosamente vestido, pañuelo atado al cuello, se sentó y fue directo al punto.

La mirada de Raphael lo escruto solo para descubrir que algo no andaba bien, por lo general la verborrea de Magnus sobre el amante de turno, era interminable y la exhibición de las heridas de guerra era fundamental, pero el moreno ocultaba todo eso de él, lo descubriría.

Cuando se inclinó sobre el escritorio para mirar mejor a Magnus, su nariz de alfa le aclaro el misterio: -"estaba saliendo con un alfa"-, pero no era una aroma extraño él lo conocía, Magnus no podía notar el aroma por su condición de beta pero los alfas eran tan territoriales que con frecuencia marcaba su aroma en los betas que reclamaban como suyos.

Raphael halo con sus manos el pañuelo del cuello de Magnus, viendo una cicatriz de mordida que no estaba sana totalmente, y vino a su mente el recuerdo y grito:

-"es Lightwood, como se atreve, tiene un omega embarazado, te engaña a ti y a Simon, maldito cerdo le enseñare a ser un alfa de honor"-.

Por más que el moreno intento calmarlo, decirle que no era lo que pensaba; que no podía contarle todo ahora, que no era culpa de Alec.

Salió como loco de la oficina, directo a la de Guadalupe debía hablar con ella.

Cuando llego encontró a Rosa su hermanita omega; jugando en el escritorio de la secretaria de su madre, y tan pronto lo vio salto a sus brazos, lo que en parte lo calmo, y giro solo para encontrar a su madre que sonreía y abrazaba al maldito bastardo Lightwood.

Debía tomar las cosas con calma, no podía hacer un espectáculo, no allí, con su hermana en brazos, respiro hondo y con una mirada asesina, dejo la mano extendida que le ofreció el otro alfa.

Cuando se alejaba, un olor lo trajo de vuelta, lo vio por primera vez, al fondo de la oficina sentado, con dos ojos cristalinos, observándolo con esos orbes cafés, y su rostro delgado y ojeroso pero totalmente hermoso, brillaba, se acercó y toma la mano de Simon, mientras aun sostenía a Rosa en brazos, la cara de Simon estaba en un rojo encendido, y temblaba, no dijo ninguna palabra.

Solo se levantó y corrió, fue en ese momento que Raphael noto que Clary estaba allí también, y acompañaba al castaño al baño, los malestares del primer trimestre no terminaban.

Aunque los ojos del mayor estaban clavados en Rosa, que jugaba en la sala de su oficina no la veía.

Recordaba al omega, en su mano que ahora tapaban su boca y nariz quedaba un muy ligero toque del olor de Simon, solo de Simon sin ningún otro que lo mancillara, ni siquiera el propio. Lidia y Lily entraron, para avisarle que los representantes de la ODPA, abandonaban el edificio, Raphael solo giro sobre su silla y observo desde su ventana en el tercer piso como alfa empujaba una silla de ruedas, donde estaba sentado Simon, quien se cubría la cara con las manos, y era ayudado para entrar en auto pero justo antes de entrar levanto la cabeza hacia la ventana y sus ojos se clavaron en los de su observador, en Raphael.

Lidia comento que elestado de salud del omega era delicado, en este momento era llevado alhospital, ella esperaba que el dulce omega se recuperara al avanzar suembarazo. Eso deseo también Raphael. 

RESPETADO SEÑOR SANTIAGO (SAPHAEL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora