Seis

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Salir de los juzgados sabiendo que su madre tenía la custodia ahora, hacía que sintiera la espalda más erguida, menos peso en los hombros. Sentía que podía caminar con sus más de 1.80 sin necesidad de bajar la cabeza como siempre hacía. Chanyeol respiró profundo y movió el cuello para relajarse. Su madre y Minseok se habían quedado atrás comprando una golosina en la máquina expendedora, él había salido del edificio.

Vio salir a la familia Madness, que había insistido en estar ahí acompañando a Kyungsoo. Sojin, al pasar, le vio con mirada reprobatoria. Su padre pasó golpeándole con el hombro y dijo:

—Al menos ya no voy a tener que verte, bastardo.

Chanyeol pasó saliva y apretó los puños. Desde el incidente en año nuevo se sentía más enojado que nunca. Cualquier cosita le hacía explotar y su madre era la que normalmente se llevaba lo peor. Minseok solía tranquilizarle acariciándole la parte baja de la espalda y después le pedía perdón a su madre. Reciéntemente ella le había pedido hablar en privado, después de las diez de la noche, cuando Minseok ya se había dormido.

—Me animaste a interponer una demanda contra tu padre por agresión, pero empiezas a actuar como él. Si es por lo de Año Nuevo, quizá fue mi culpa haberte dejado ir, pero hay otras formas de sacar esa furia interior. ¿Quieres unirte al equipo de béisbol de Hwa? ¿Quizá practicar boxeo?

Chanyeol se había acercado y le había abrazado, dejando besos en el cabello de su pequeña madre y lloró pidiéndole disculpas una y otra vez. Sabía que eso no reparaba todo el daño interior, pero era lo único que podía hacer. Todos los días se prometía no enfadarse. Todos los días fallaba.

Cuando su madre salió del edificio, por fin, con su pequeño hermano tomado de la mano mientras este comía un pastelillo relleno de chocolate, le vio sonreír. Se veía cansada, pero llevaban muchos meses peleando por eso, valía la pena. Chanyeol sentía una espina en su corazón por el comentario de su padre, y su sangre corría furiosa por sus venas, la vena de su frente luchaba por saltar y anunciar su mal humor, sin embargo respiró profundo y propuso ir a cenar hamburguesas y helado, él pagaba. A Minseok se le iluminaron los ojos y volteó a ver a su madre con la boca llena de pan y las mejillas manchadas de chocolate. Ante aquella vista, Sohyun no pudo negarse.

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Dos de marzo. El calendario, sostenido sobre la pared adyacente a la isleta en el departamento de su madre, tenía señalado el dos de marzo como fecha para ir a recoger las últimas cosas de Chanyeol y Minseok a casa de los Madness. Su madre había ido al trabajo después de discutir con Chanyeol sobre cosas absurdas, pero había prometido regresar para acompañarlos. Normalmente llegaba a las tres de la tarde. Eran las cuatro. Minseok jugaba con carritos sentado en los bancos de la isleta al lado de Chanyeol, quien jugaba con el pequeño celular que su madre le había regalado a su llegada al distrito dos. De pronto llegó un mensaje y Chanyeol abrió la tapa para leerlo.

"No voy a poder ir con ustedes, ¿crees que puedan ir solos?"

Chanyeol apretó los puños unos instantes antes de escribir un "lo prometiste" que fue borrado instantes después para ser reemplazado por un simple "ok". Suspiró y mientras guardaba su celular, se dirigió a su hermano.

—Minseok, mamá no va a venir, así que vamos a tener que...— la frase fue interrumpida por un un grito causado por un dolor punzante en su pierna derecha. En menos de un segundo volteó a su pierna sólo para ver a Minseok sosteniendo un cuchillo corto que se clavaba hasta la mitad en su carne, desgarrando de paso sus jeans negros.—¡¿Pero qué rayos te sucede, Minseok?!— gritó Chanyeol alzando una de sus enormes manos, como si quisiera golpear a su hermanito. Sin embargo se detuvo y en su lugar se jaló con desesperación el cabello.

MADNESS [EXO; CHANYEOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora