CAPITULO IV

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Belle cerro sus ojos pegando su frente en la ventana del automóvil, sintiendo como aquel frio calmaba el calor de su cuerpo, la calle se movía, y el silencio reinaba en el carro; el llanto de alguien a su lado, Be controlando sus lágrimas, la opresión en el pecho, el no poder respirar correctamente, una mano sobre la suya, le hizo abrir sus ojos, las lágrimas cedieron, rodando desde su mejilla hasta caer sobre su pantalón, bajo la mirada, el pantalón con pequeñas manchas de sangre al igual que la camisa; los acontecimientos en su cabeza, comenzaban a confundirla sin saber con exactitud en que momento todo se complicó. El auto se detuvo, Be abrió la puerta entre lágrimas, sollozos y tos que no dejaba articular una palabra, el bosque de Woodlock, ni una vista de maniquís o si estaban ahí Be ni siquiera los vio, las lágrimas y el dolor que sentía en el momento, no la dejaban ver con claridad el panorama, solo veía aquellos altos y sombríos árboles, la noche estaba llegando a su fin pero Be no había recorrido mucho giro su rostro aun veía los autos, se dejó caer al piso de rodillas y llorando gritando con dificultad, el frio viento soplaba y Be sentía que nada calmaría lo que sentía, la sangre le hervía, ¿Qué pasa cuando combinas el odio creciente y el dolor de perder a un ser querido? Be cerró sus ojos dejando que el cansancio el dolor y la confusión, la envolvieran ahí mismo en la tierra.

Un sonido despertó a Belle, se había acabado el tiempo de espera, Kath hablo con los profesores acerca de los letreros, aceptaron porque prácticamente son señales que solo Alexis entenderían, cualquier otra persona los pasaría de largo, las siete de la noche y la oscuridad ya reinaba, Demi y el profesor Carl irían en la camioneta, si se perdían de vista harían una parada en un mirador a unos kilómetros antes de Woodlock, acamparían en una zona donde Demi había acampado el año pasado y que era un poco famosa, luego buscarían alguna campaña de las que eran para vacacionar, era el plan que tenían. El profesor Elmert, Kath y Be irían en el auto deteniéndose cada cierto kilómetros dejando los letreros el primero sería en la casa.

Comenzó el viaje avanzaron una cuadras y dejaron el segundo letrero, Be miraba a los lados esperando ver alguna señal, nada. Solo las luces amarillentas de las calles, Kath coloco su mano sobre su hombro, los ojos de Kath estaban rojos, había llorado; Be no era la única que se sentía mal, que egoísta era, solo pensaba que sus sentimientos, los profesores quizás se pueden sentir frustrados, después de todo ellos eran una clase de líder/padre para ellas ahora, al no haber cuidado a Alexis o Matt, al ver a Be así, al ver a Kath así, Demi. Entendía que no era la única que sufría, no era la única que sentía que se derrumbaba. Relájate, la encontraremos. – dijo Kath colocando su mano en su hombro.

Unas cuadras y ya estaban bastante lejos de la casa, Be nerviosa movía sus pies, otra parada, la camioneta ya había desaparecido en la oscuridad. Be bajo del auto, Be había optado aquella noche por usar un pantalón de mezclilla y una chamarra para el frio, su calzado típico converse negros. Kath en cambio una bufanda café, con una chamarra de color azul fuerte, con pantalones negros. Ayudo a Be a pegar el letrero. ¡Beee, Kath! – un grito en la oscuridad, las dejo heladas, girando en busca del origen de aquel grito, era la voz de Alexis. Corran. – La voz del profesor Elmert proveniente del auto, Be forzó su vista buscando la cara del profesor, no estaba solo; Be se giró en cuestión de segundos para tomar el brazo de Kath y correr, pero Kath estaba helada y no se movía. Louis. – las palabras de Kath acompañadas de lágrimas, Kath corrió pero a dirección del automóvil junto al profesor. Be confundida y sin saber si huir o taclear a su amiga, volvió a mirar en efecto era el novio de Kath aquel hombre de casi treinta años, un poco calvo y un tanto regordete, Be solo se quedó mirando la voz de Alexis ¿de dónde había venido? Miro hacia los lados y Kath se quedó quieta a centímetros del auto y de Louis; Camine junto a ella y me di cuenta que era Louis y otros tres sujetos que jamás había visto, uno de ellos sostenía un arma en el costado del profesor Elmert, Be apretó los labios y enseguida busco la mirada de Louis que veía fijamente a Kath. Un disparo.

Be.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora