NO ES UNA REINA MÁS.

2 AÑOS DESPUÉS.

— Señor chófer, por favor, ¡Pise el acelerador! — Jamás pensé que llegaría tarde. Pero que digo, sí que sabía que llegaría tarde. Soy yo después de todo.

— Hay atasco por todo el revuelo de la coronación de la princesa. —Explica él, con su peculiar acento, una vez más deteniéndose cuando solo habíamos avanzado un par de metros. Hasta una tortuga va más rápido que nosotros.

— Ah sí, que fastidió con estos y sus reales eventos. — El hombre de color me sonríe divertido. Yo veo el reloj en el tablero. No, no voy a llegar.

— Princesa. —

— Sí. — Respondo de inmediato no percatándome de lo que él ha hecho. — Uppss. ¿Lo sabe? — Sonrió divertida y él asiente.

Ah, debo decirles que ya no me molesta que me llamen así. Me he acostumbrado ya. Han pasado un par de años como para haberme hecho a la idea. Aun para mis amigos y familia soy Maddie pero para el resto del mundo soy la princesa Maddison.

A lo que aún no me acostumbro, es a que me llamen rubia...

— Su rostro aparece hasta en el cartón de la leche señorita. — Se encoge de hombros como diciéndome con ese gesto que tal vez soy algo tonta al creer que nadie en este pueblo me reconocería. Mi cara sale todos los días en las noticias y más desde hace unos cuantos meses.

— Si, y esa no es mi mejor foto. — Miro por la ventana y veo que la fila de carros no avanza. Si esto fuera una película seria esta la parte donde comienza un musical súper alegre y contagioso donde todos los conductores se bajan de sus carros, bailan y cantan. — ¿No hay otro camino que podamos tomar? — Él niega con la cabeza y yo suelto el aire con pesar viendo hacia la colina donde se encuentra el castillo. Hay helicópteros sobrevolando todo el cielo. Es el evento que habían estado esperando después de todo lo acontecido desde que decidí acceder al trono.

¡Genial Maddie! Una vez más te sales del protocolo y ¿Para qué? ¡Para nada! No le importo ni un poco.

— Señor chófer... — Visto que de este atasco no nos moveremos en un considerado tiempo, decido que es mejor hablar.

— Rajish. — Me mira sobre su hombro y yo le sonrió.

— Maddie. — Digo a modo de presentación.

— Su nombre también es bastante conocido. — Hace un gesto que me sigue diciendo que cree que soy tonta.

— Si, eso es cierto pero usted Rajish, tiene el privilegio de escuchar más que solo mi nombre... — Me acercó al asiento de adelante y apoyo mis codos allí. — Rajish, usted escuchará mi historia. — Digo solemne. — Y por qué el día de mi coronación estoy aquí con usted en este atasco y no donde debería. — En realidad sigo sin estar donde se supone que dedo estar. O al menos donde yo quiero estar.

— Y porque va vestida así. — Lo miro confundida.

— ¿Cómo? —

— Que además de su historia también me dirá por qué va vestida así. — Me señala y yo deslizó mis ojos hacia mi cuerpo.

— Ah sí. Llegados a esa parte usted lo sabrá sin que yo se lo diga. — Mi mente comienza a viajar. — Ahora, empecemos por el principio. —

2 AÑOS ANTES...

— Está bien, me he equivocado. —Todos me miran con ganas de quererme matar. ¡vaya, que susceptibles están!

— ¿Que te han dicho? — Nate pregunta a Ethan ignorando por completo mi comentario. Odio cuando hacen eso. Su bromance cada día ha crecido más y me enferma la simbiosis que tienen.