Capítulo 4

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El camino era silencioso, después de recoger a Cassidy el chico no dijo nada más. La pequeña se aferraba a mí como si fuera su única esperanza sentía el miedo a través de sus pequeños y temblorosos dedos, fríos a causa de la neblina del bosque.

Tenía que ser fuerte, por nosotras, pero no podía confiar en él así como así la vida me ha enseñado a no confiar en todas las personas que se cruzan en tu camino.

—"Cato, ¿de dónde eres?" — tenía que averiguarlo, por las buenas o por las malas.

—"Uhm... Soy del dos obviamente" — su voz era igual de fría que el aire que me hacía tener la piel de gallina.

—"Claro que del dos, pero ¿de qué parte? Nunca te había visto por ningún área" — Me ignoro, me ignoro completamente. Así que por las malas serán Cato.

—"Cass no te muevas hasta que responda ¿estás segura que podemos confiar en él? — le susurré a mi hermana, ese chico me da mala espina y el hecho de que quisiera ayudarnos no cambia nada.

—"Eso creo, conmigo fue más amable y se veía como si en verdad quisiera ayudar" — Si pudo convencer a mí hermana...

—"Van a venir ¿o no?" — gritó cuando iba unos metros más adelante.

No veía muy bien en la oscuridad y no fue hasta que toqué la corteza de un árbol que recordé que Cato estaba herido.

—"Sabes, necesitas curar esa herida" — la sangre se sentía caliente entre mis dedos, viscosa y pegajosa.

—"Estoy bien, no es nada" — negué con la cabeza, no sería fácil lidiar con un testarudo.

—"No dirás lo mismo cuando te hayas desmayado ¿hay algún lago o algo así por aquí?" — mis manos empezaban a arder, cosquillas recorrían cada lugar en dónde las navajas se habían encontrado con mi piel.

—"Te dije que estoy bien, mejor cállate y camina a este paso llegaremos al amanecer" — Aparte de todo tiene mal genio, buena ayuda nos conseguiste Cassidy.

—"No me has dicho a dónde vamos, ¿está muy lejos? Cassidy no puede caminar demasiado o empezará a sentirse mal, ha sido una larga noche." — acaricié su mejilla con mi mano libre y recibí una débil sonrisa a cambio.

De pronto escuché hojas quebrarse y Cass se alejó de mí dando un grito ahogado. Mi cabeza se golpeó con algo duró y no pude respirar, había algo encima de mí algo que pesado que no me dejaba mover.

Abrí los ojos y me encontré con la furiosa mirada del chico rubio que me tenía presa en contra del duro suelo.

—"¡Cá-lla-te! ¿Quieres princesita? Me estás irritando con todas esas preguntas, estoy salvando tu trasero y el de tu hermana y si quieres que no las deje abandonadas aquí será mejor que me obedezcas y no vuelvas a abrir tu boca otra vez ¿está bien? "— mis ojos se volvieron dos pequeñas rendijas que miraban fríamente a los suyos. No dije nada, no había nada que decir.

Lentamente se fue poniendo de pie, haciendo que me relajara y con el dedo índice pegado a sus labios se dio la vuelta y siguió caminando.

—"¿Ya estamos ahí? ¿Cuánto nos falta?" — Mi hermana estaba a punto de caer, no habíamos comido en todo el día y parecía que el idiota de Cato nos estaba haciendo caminar hacia la nada.

—"No lo sé Cass pero si estás cansada puedes subir a mi espalda te llevaré desde aquí" — se subió a un tronco y puso sus brazos alrededor de mi cuello, no pesa nada es tan ligera como una pluma y todo es culpa del intento de padre que tenemos, aún con lo que robo no nos alcanza para comer tres veces al día.

Born To Kill |Clato| EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora