Born To Kill |Clato| Español

Capítulo 11

Tres sonidos esporádicos en la puerta inundaron la habitación, era un código que había discutido con Leela en la comida, para no asustarnos de muerte la una a la otra cada vez que necesitemos hablar.

Los ojos de Cato se abrieron como platos, dándose cuenta que habíamos tardado mucho en esta conversación y que si nos veían en la misma habitación no viviríamos para contarlo.

—Está bien, es sólo Leela— sonreí, y fui a abrir la puerta.

—Tienes un minuto para salir de ahí, los agentes están por doblar el pasillo. Volteó a ver al chico sentado en la silla y frunció el ceño— Y más vale que no lo vean aquí, o esos gritos de la otra noche serán los tuyos.

Su semblante amable se esfumó de su rostro una vez que sus ojos se posaron sobre Cato. —Está bien— antes de poder voltear a avisarle al chico, sentí su cuerpo salir por la puerta y desaparecer, era bueno en lo que hacía.

Nos formamos delante de nuestras puertas, por rutina, tenían que pasar a asegurarse de que todos estuvieran aquí, la seguridad había aumentado desde el pequeño escape del rubio.

—¿Por qué estabas con él? —la pelirroja rompió el silencio, aunque en un susurro apenas audible, los cascos de los agentes comenzaban a asomarse por el pasillo.

—Tengo que intentarlo Leela—mi rostro mostraba determinación, o por lo menos eso quise proyectar.

—No es bueno Clove, él es peligroso. Sé que no lo parece, pero ha metido a tantas personas en problemas, debes alejarte de él— su mirada se desvió de la mía y pasó hacía la fila de agentes de la paz que comenzaban a tomar a los niños de las puertas e integrarlos a una fila.

Justo cuando iba a contestarle, uno de los agentes tomó mi brazo y escaneo mi tatuaje, esperando una luz verde me empujó hacia la fila, crucé una mirada con la niña esperando que entendiera que no puedo, que debo hacerlo... por mi hermana.