03: Conociéndote

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--Kotal Kahn. Le suplico medite lo que hemos hablado, creo que es un acuerdo bastante justo y...

--Yo decidiré lo que es justo --el emperador se alzó de su asiento--. Y no me parece que los outworlders deban ser detenidos e interrogados cada vez que quieran ir a Earthrealm.

Habían llegado hace ya un buen rato al palacio y Ermac ahora se encontraba siendo atendido por los curanderos del Kahn.
Kotal decidió que podía confiar en el espadachín, al menos le dio el beneficio de la duda pues le llevó sano y salvo a su guerrero de almas y eso ya era extraño.

Ahora aprovecharon el momento para cumplir con la misión de Kenshi, hablando sobre los famosos nuevos tratados. Raiden los había escrito y la general Blade les dio el visto bueno.

Pero el oshtek los leyó y no se veía muy contento con todos los puntos escritos.

Kenshi permaneció en su lugar.

--Son protocolos comunes en La Tierra, emperador. Incluso cuando entras a un país diferente se lleva un protocolo similar y...

--Esto no es La Tierra, por si no te has dado cuenta. Además hay varios puntos con los que no estoy conforme del todo. Tengo que pensarlo y hacer una renegociación, escribir mis términos y enviárselos a tu amo Raiden.

Kenshi asintió. No iba a molestarse o renegar sobre lo de "amo Raiden". Sabía que no tenía caso discutir algo así de irrelevante con alguien como ese Kahn.

Además no era una misión fallida del todo. Logró hablar pacíficamente con él luego de todo lo ocurrido, eso en verdad era la gran cosa.
E hizo un amigo. O algo así.

Hmm. Ahora que lo pensaba, lo invadió la curiosidad. Seguía siendo muy raro, pero ahora quería saber como se encontraba ese guerrero, Ermac.

--Estoy de acuerdo con eso. Esperaremos su contra propuesta, emperador. Ahora... ¿Podría ver como se encuentra su guerrero?

El Kahn alzó una ceja ante esa última pregunta y volvió a tomar asiento.

--¿Quién? ¿Ermac?

--Si.

--¿Porqué te interesa? Si no estoy mal informado, fue él quien arrancó los brazos de uno de tus amigos.

El japonés se sorprendió de golpe.

Era información que él no sabía.
Entonces Jax había perdido los brazos por culpa de ese tal Ermac. Vaya.

Lo peor era que a pesar de la reciente noticia, él seguía con la idea de verlo --de forma figurativa-- una última vez antes de irse. Sentía la gran necesidad de hacerlo. Quería preguntarle cosas.

--Si... Estoy enterado de ello --mintió--. Aún así. Lo he encontrado a medio bosque, moribundo, él quería kombatir pero en esa condición, como le dije antes; no se lo permití. Veníamos charlando. Y... Me ha quedado la curiosidad. No lo sé, necesito saber que se encuentra bien. Por favor, permítame pasar a verlo. Le prometo ningún inconveniente.

Kotal torció los labios y rozó su mentón con su mano derecha. No le parecía seguro tal cosa, pero al fin y al cabo fue este humano quien trajo de regreso a Ermac.

Terminó por asentir después de unos segundos pensándolo.

--... Está bien. Hoy le has traído a él y has venido a hablar en paz. Tienes mi voto de confianza el día de hoy. Dos de mis sirvientes te llevarán a su habitación.

Kenshi sonrió y agradeció con una pequeña reverencia, como él acostumbraba.

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( HIATUS ) Tiempo equivocado. ▪️ Mortal Kombat ▪️ Hanzo x Kenshi x ErmacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora