Antes de comenzar quiero felicitar a todos los padres y madres y en especial a dos mujeres que son unas luchadoras; mi madre, Linda y mi novia, Esmeralda. Dios las cuide y siempre las bendiga. Las amo.
Ahora en este capítulo hablaremos sobre una vocación de lo más importante; ser madre y padre.
Decimos que esto es una vocación pero no por el hecho de que tenga un lugar donde aprenderse, sino porque ser padre es algo distinto. No todos nacen con esa vocación, y por tales motivos es que existen las madres o padres solteros y saben salir adelante sin ayuda de nadie. Pero esto no es para guardale rencor a esa persona que los dejo, al contrario, agradecerle que no está porque así no le enseñará lo mismo a tus hijos. Sabemos también que nadie nace sabiendo ser papá o mamá, pero esta vocación va creciendo cada vez más, con el pasar de los años.
El tener un hijo nunca es un error, es una gran bendición y sólo los que tienen amor en su interior aceptan ese reto.
Al inicio de este capítulo, dedique este mismo a los padres y madres que tienen su vocación firme y que no la abandonan. Pero en especial yo le quise agradecer y dedicarles este espacio a mis dos grandes mujeres que admiro que fueron madres solteras; mi madre, Linda y mi novia, Esmeralda.
Sabemos perfectamente que cuando tú eres un padre o una madre solteros, es difícil que te acepten, para una relación seria o incluso llegas a ser excluido de tu familia.
En mi caso, mi madre siempre fue madre soltera, ella ahora tiene 51 años y yo le estoy agradecido y en deuda porque con bajas y altas ella me ha educado como se debe. ¡Gracias madre por ser tu la mejor mujer que me pudo tocar como mi mamá! Ella a la edad de 32 años me tuvo a mi, pero no todo fue así lindo. Estando ella más joven sufrió un aborto, ella en si no sabía que estaba embarazada, cuando le pasó esto ella fue a un médico el cual le dijo que ella nunca podría tener hijos. Y este es claro ejemplo de una verdadera vocación a la maternidad, y, 19 años después aquí estoy, escribiendo memorias. Mi madre fue mamá soltera, y durante la mayoría de mi infancia y pubertad estuve solo por que ella tenía que trabajar para poder sacarme adelante. A pesar de insultos que recibía por parte de su madre, y sus hermanas, y de amigos. Y ella varias veces me tenía que dejar solo en casa para ella ir a trabajar. Y le agradezco los valores y la educación que me dio, porque ella supo que fui bien educado que me dejaba sólo y le agradezco la confianza. Y estoy en deuda con ella para siempre.
Aquí es donde viene nuevamente el punto de inicio. La vocación de ser padre y madre no se enseña en ningún lado, igual es un deseo y ese deseo si tu quieres puedes ser madre o padre, sólo que este es el único trabajo que no te deja dinero, sino satisfacción de saber que estas educando a alguien para que tenga sus propias metas y sus propias vocaciones.
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Las Vocaciones
Acak¿Uno en verdad está dispuesto a seguir su vocación? Esta historia narra como pasar de una vocación a otra.